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Mostrando entradas de abril, 2014

Juan XXIII y el Valle de los Caídos

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    Supongo que a algunos les va a saber a rejalgar. Pero la historia es la historia. Y el Papa Juan XXIII, el Papa Bueno, en 1960 elevó la iglesia del Valle de los Caídos a la dignidad de basílica menor. Con grandes elogios de la misma y expresa mención del Caudillo. Y hasta de la Piedad de la fachada que las huestes zapateriles quisieron picar. Y no en una conversación telefónica sino en documento recogido en Acta Apostolicae Sedis. CARTA APOSTÓLICA SALUTIFERAE CRUCIS * DE SU SANTIDAD JUAN XXIII CON LA QUE SE ELEVA AL HONOR Y DIGNIDAD DE BASÍLICA MENOR LA IGLESIA DE SANTA CRUZ DEL VALLE DE LOS CAÍDOS Yérguese airoso en una de las cumbres de la sierra de Guadarrama, no lejos de la Villa de Madrid, el signo de la Cruz Redentora, como hito hacia el cielo, meta preclarísima del caminar de la vida terrena, y a la vez extiende sus brazos piadosos a modo de alas protectoras, bajo las cuales los muertos gozan el eterno descanso. Este monte sobre el que se eleva el signo de la

Sor Lucía Caram, la monja revolucionaria

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Así presentaron el sábado pasado en el programa La Sexta noche a sor Lucía, en una entrevista en la que habló de varios temas, entre ellos del aborto; "Yo pienso que lo primero que hay que hacer es reconocer que el aborto es un fracaso, la mujer lo vive como un fracaso, como una situación no querida. Con lo cual lo primero es no condenar nunca a una mujer que toma esta decisión, acompañarla siempre. Y acompañarla también si toma la decisión que uno no tomaría, ó a uno no le gustaría que tomara, porque en el fondo tenemos que reconocer que en el paraiso se nos dió la libertad y la libertad cada uno tiene que responder de ello". En el tema del aborto hay que reconocer toda la realidad no sólo la de la mujer, también la del no-nacido y ésta es una cuestión principal. Es cierto que la mujer que aborta se encuentra con una situación no querida, un embarazo no deseado, pero también es una situación no querida por el no-nacido que ha sido llamado para estar allí. La mujer