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A propósito de una carta escrita junto a otros obispos de Madrid criticando la nueva ley de transexualidad. Alguien escribía un comentario sobre esta noticia; "No todas las opiniones son respetables. ¿Le parece a usted respetable que yo opine que los negros no deben tener los mismos derechos que los blancos?" Para ser más precisos con la analogía usada, sería más como si un hombre de raza blanca dijese que se siente de raza negra ó viceversa, y quisiera que la sociedad le reconozca así. Un caso real fue el del malogrado Michael Jackson. Casi seguro que si un joven manifestara que se siente de una raza distinta a la suya se pensaría que tiene algún problema emocional. La analogía de la raza no se puede aplicar a la transexualidad, porque no se trata de lo que se es, de raza blanca ó negra, hombre ó mujer, sino de lo que se dice que se siente y se quiere que el resto de la sociedad lo reconozca. Desde el punto de vista de la moral no pensamos que habría problema si

No puede ser incitación al odio dar una opinión "argumentada y razona" desde la propia forma de pensar, STOPLGBTfobia no puede pretender que la doctrina cristiana de siempre cambie según sus puntos de vista, y tampoco que quienes defienden esa doctrina dejen de hacerlo porque les contraría. Si no se puede discrepar del contenido de esta ley, entonces se defenderá que no se tendría que haber votado en el parlamento madrileño, sólamente se tendría que haber impuesto. Porque ¿cualquiera que defendiendo su punto de vista hubiera votado en contra, sería considerado también un lgbtfóbico?. Si no se está de acuerdo con el contenido de ese texto que se argumente y se puede entrar en un debate público, pensamos que no se teme a la Verdad. Sin embargo sí puede incitar al odio imágenes como la que ilustra el artículo en la página de esta organización, porque nadie pretende golpear a un homosexual con libros religiosos hasta hacerle sangrar. Un tipo de expresiones que no encontra

Hace pocos años saltó el escándalo de un hombre que había donado esperma durante años y podría ser padre de 400 hijos , se dió cuenta de la magnitud del problema cuando dos hijas de la fecundación in vitro buscaron el rastro de su progenitor. Y muestra los problemas al tratar a seres humanos como objetos, que tienen valor sólo en cuanto son deseados por otros porque sirven a su propósito y no se considera que tengan valor por sí mismos. Algo que también que se ve todos los días con el aborto. Y un paso más son proyectos como el que se ha votado esta semana en el parlamento madrileño para permitir los vientres de alquiler, usar a niños y a las madres gestantes como objetos que se usan sin tener en cuenta el valor que tienen por sí mismos, por ejemplo el derecho de un niño a ser criado por sus padre y madre natural. Se podrá decir que hay casos de adopciones, pero se supone que en esos casos un hijo no está con sus padres por una fuerza mayor que lo impide, no porque se haya querido

Hace un mes un jesuita escribía; "Un amigo homosexual me dice: “¿Cómo Dios ha podido darles a las personas homosexuales la condición, pero negarles su ejercicio?”. La pregunta es difícil porque la misma Iglesia sabe y enseña que lo único que realmente arruina a las personas es el egoísmo y la indiferencia ante el sufrimiento del prójimo. El caso es que las ciencias arrojan resultados importantes. Hoy se nos dice que la homosexualidad no es una perversión. Nadie elige ser homosexual. Se llega a serlo por razones biológicas (carga genética) y/o por razones biográficas (la historia personal). La homosexualidad es una realidad premoral. Se es libre en cuanto al modo de vivir la homosexualidad, pero no en cuanto a serlo o no. Otro resultado científico importante es que, según lo sostiene la Organización Mundial de la Salud (1990), no se trataría tampoco de una patología, sino de una variante de la sexualidad humana. Por de pronto, los esfuerzos médicos por sanarla han sido fune