En Tabarnia cabemos todos.

...Y si hace falta nos apretamos un poco, ha manifestado el téorico presidente de Tabarnia en el exilio. Como dicen algunos el riesgo de Tabarnia es que se pudiera llegar a crear un identidad separada, una más, pero afortunadamente por ahora parece algo lejano. Mientras tanto Tabarnia se muestra como una buena idea, porque para empezar plantea algo que sin embargo es lógico y ya estaba desde el principio cuando algunas regiones han promovido la intención de separarse y que ó no se ha sabido ver hasta ahora ó no se había materializado como idea con la fuerza suficiente; ¿porqué en caso de la teórica separación de una región lo tiene que hacer la región entera y no se puede decidir la independencia por provincias ó incluso por comarcas?, como proponen los tabarneses, porque se trataría de un cambio extremo en las vidas de las personas.









Y es algo que ya se había dado por ejemplo en la creación de Bosnia. Aunque sea más parecido el ejemplo de Canadá, estos según parece cansados de que se plantera la independencia de Quebec cada cierto tiempo, porque ya se habían hecho dos referendum y se planteaba un tercero, inventaron la llamada “Ley de Claridad” seguramente con la intención de frenarlo. Porque esa es otra, si se concediera un referendum a Cataluña y los independentistas lo perdieran ¿cuanto tiempo tardarían en querer plantear otro?, la respuesta probable sería en cuanto viesen la posibilidad de ganarlo, los partidos nacionalistas viven prácticamanete de esa reivindicación, es su leitmotiv, si renunciaran a ella como partidos dejaría de tener sentido su existencia, y si hay políticos que viven de ello con más razón.

Y es lo que parece vieron los canadienses, la “Ley de Claridad” decía que si había zonas de Quebec en las que la población concentrada se manifestaba en contra de la independencia había que respetar su decisión y esas zonas permanecerían dentro de la unidad nacional de Cánada. Hay que notar que no se trata de que Quebec concediera ó no concediera a su vez la independencia a estas partes de su teórico territorio, sino que de forma automática estas zonas no se separarían de la unidad canadiense, que sería superior. Y algo semejante creemos sería Tabarnia, no se trata de que esta teórica región cree una existencia de la nada sino que ya existe, en realidad es la Cataluña que forma parte de la unidad de España. En el caso no deseable de una república catalana, la que cambiaría su situación política sería esa teórica república no Tabarnia que seguría siendo lo mismo que es ahora. No tendría que cambiar sus estructuras ni crear otras nuevas, ni siquiera algo simbólico como las banderas, incluso podrían seguir usando la senyera junto a la bandera tabernesa y la española porque al fin y cabo también son Cataluña, la que no se separaría.

Tabarnía podría ser un último recurso en el caso de una nada deseable separación de Cataluña, y como no es deseable no se puede pedir a los promotores de esta iniciativa que acepten un referendum sobre algo que no desean que ocurra. Aunque tengan previsto actuar en caso que se diera, como recurso extremo para intentar que el mal de la separación fuese menos malo.

Hay quien dice que se trata de una ocurrencia, pero si volviéramos atras hace 10 ó 20 años si se hubiera planteado una independecia unilateral de Cataluña también hubiera parecido una ocurrencia, incluso más disparatada. Y en eso tenía razón Boadella si le dicen payaso, porque comparado con algunos independentistas sólo sería aprendiz. Al fin y al cabo Tabarnia es la respuesta a la ocurrencia anterior de una teórica identidad nacional catalana nacida en menos de diez años y que algunos presentan como irremediable, mientras que Cataluña sea parte de la unidad de la nación española existe hace mucho tiempo, unos 500 años de historia en común.

Pero además aunque Tabarnia fuese una ocurrencia según los argumentos que han empleado los independentistas no importa. Uno de sus argumentos es que la voluntad de unas personas pueden decidir por encima de lo que ya existe, en este caso la unidad histórica de la nación española, sólo por el hecho de desearlo ó como dicen algunos, ser un sentimiento. Y tienen razón los promotores de Tabarnia en que es un espejo de las argucias que han empleado los indepentistas para intentar justificarse, y así Tabarnia sería con respecto a Cataluña lo mismo que una Cataluña independentista lo es con respecto al resto de España. Si se puede romper la realidad histórica de España también se podría romper la unidad de la región catalana. Aunque obviamente no deseamos que ocurra, sólo usar sus mismos argumentos para que se aprecie la poca razón que tienen y que se ha tratado más bien de argucias para justificar el fin de unos determinados políticos. Argucias como que la sóla voluntad popular puede imponerse a una realidad histórica que existe hace siglos y menos sin tener en cuenta al resto de los españoles.