Sor Lucía Caram, la monja revolucionaria





Así presentaron el sábado pasado en el programa La Sexta noche a sor Lucía, en una entrevista en la que habló de varios temas, entre ellos del aborto;

"Yo pienso que lo primero que hay que hacer es reconocer que el aborto es un fracaso, la mujer lo vive como un fracaso, como una situación no querida. Con lo cual lo primero es no condenar nunca a una mujer que toma esta decisión, acompañarla siempre. Y acompañarla también si toma la decisión que uno no tomaría, ó a uno no le gustaría que tomara, porque en el fondo tenemos que reconocer que en el paraiso se nos dió la libertad y la libertad cada uno tiene que responder de ello".


En el tema del aborto hay que reconocer toda la realidad no sólo la de la mujer, también la del no-nacido y ésta es una cuestión principal. Es cierto que la mujer que aborta se encuentra con una situación no querida, un embarazo no deseado, pero también es una situación no querida por el no-nacido que ha sido llamado para estar allí. La mujer que lleve a cabo un embarazo no deseado pierde menos que el no-nacido que al ser abortado lo pierde todo.

Una de las causas de la aceptación social del aborto es que la realidad del no-nacido permanece muchas veces oculta, así se juzga sólo desde la realidad de la mujer y este tipo de declaraciones sólo vienen a aumentar que la realidad del no-nacido se siga teniendo poco en cuenta.

En esta caso sor Lucía no está con los más desfavorecidos ni con los que más sufren, porque en el caso del aborto el que más sufre con diferencia es el feto que va a ser troceado y después tirado por un desagüe. Sí es duro, pero repetimos que por desgracia es una realidad que permanece oculta casi siempre.

Dios nos ha dado libertad pero también la capacidad de juzgar los actos, si no, no podríamos juzgar por ejemplo a quién explota ó a un maltratador.



Segundo, es un tema con el que se está haciendo muchísima política, el Papa ha dicho clarísimamente que se tiene que respetar la vida, también ha dicho que se tiene que considerar los casos de las personas siempre, y es un gran luchador por la vida. Pero el Papa Francisco está promoviendo el respeto a las personas y la pregunta de ¿quién soy yo para juzgar?. Evidentemente tenemos que trabajar por políticas familiares, que se garantice el derecho de que los padres puedan tener los hijos, puedan educarlos, pero en el fondo tenemos que como iglesia, como todos los ciudadanos, como en todas las entidades se puede decir lo que uno piensa porque hay pluralidad de formas de pensar, pero lo que no podemos hacer nunca es imponer una ética de máximos a toda la sociedad y lo que tampoco podemos hacer es condenar a la gente y condenar a la sociedad por los principios que uno tiene.


Sor Lucía habló de otros temas en la entrevista e hizo afirmaciones como; "Capitalismo sin entrañas", "planes macroeconómicos perversos que nos están imponiendo", "la crisis no es otra cosa que una estafa organizada", "este tren que va hacía el abismo está pilotado desde el gran capital, por gobiernos corruptos y por aquellos que viven de los más pobres y de los que siempre acaban pagando las facturas del enriquecimiento de unos pocos"...

¿Y no es esto juzgar? ¿no es además juzgar desde unos principios que se supone se tienen? ¿son más graves los abusos en la economía que la muerte de inocentes?.



Yo siempre digo, yo estoy a favor de la vida siempre, pero me parece absolutamente desproporcionado amenazar con excomuniones y empezar a jugar con cifras y con paralelismos de lo que pueda haber de maldad de un holocausto, de una persecución querida de un odio empecinado, con una realidad de impotencia de una mujer que tiene que tomar una decisión ó que se plantea una decisión que seguramente no querría, son escenarios totalmente diferentes, con lo cual las comparaciones son perversas. Y digo ésto diciendo que estoy a favor de la vida siempre pero entrar en comparaciones de éste tipo me parece jugar; una matanza está animada por el odio, por el resentimiento, por unas guerras fraticidas, por un afán de superioridad y lo otro es una situación límite que se encuentra una mujer a la que hay que acompañar.


Las causas son distintas pero cuantitativamente son casos similares, si se acumulasen durante un mes los cuerpecillos de los fetos abortados en un negocio de abortos se vería el paralelismo con otras imágenes de genocidios.

Además hay que tener en cuenta que el aborto se ha promovido desde unas ideas, en el caso de España no era una demanda social cuando se aprobó, los primeros años había pocos casos y con el paso del tiempo su número ha ido multiplicándose según se ha ido asimilando como algo normal. Muchas veces usado como un método anticonceptivo más.

La despenalización del aborto se introdujo usando ejemplos de casos extremos y ahora se defiende como un derecho a decidir de la mujer sin necesidad de tener que justificarlo, se le ha dicho a la mujer que sólo ella decide sobre su cuerpo y su maternidad.

¿Qué situación límite hay en abortar a un no-nacido porque tiene algún defecto y no pasa un text de calidad?, en España se abortan legalmente a 9 de cada 10 niños con síndrome down. Ya apenas se ven niños con esta enfermedad por la calle y tampoco con enamismo, etc. Se está llevando a cabo una verdadera eugenesia. Y tampoco parece que las situaciones límites se den por causas económicas, en España ha aumentado más el aborto los años de bonanza económica, cuando traíamos a miles de inmigrantes para hacer los trabajos que los españoles no queríamos hacer. Se puede deducir que el aborto tiene más que ver con el estilo de vida que se ha ido imponiendo que con situaciones límites.

A quienes les preocupa la situación de los más desfavorecidos pueden pensar que va a ser difícil la solidaridad auténtica de la mayoría, salvo algunos gestos y protestas simbólicas, si antes se les ha educado en el piensa en ti mismo antes que en el otro como en el caso del aborto.




Y de Jesús tener clara su actitud, yo creo que éste es el criterio que debía ser definitivo. cuando le traen a una mujer que había sido sorprendida en adulterio le acusan y le dicen que hay que apedrearla, Jesús en silencio empieza a escribir en la tierra y uno a uno se empiezan a marchar, y le mira a la mujer a los ojos y le dice; mujer yo tampoco te condeno. Ésta es la Iglesia que yo quiero y esta es la Iglesia de Jesucristo, lo otro no lo se.

(Apalusos del público)


Creemos que este pasaje de Jesús se refiere a los fallos personales, nos dice que no seamos duros con los fallos de otros porque todos vamos a fallar alguna vez. Pero no se refiere a que el mal que hagamos a otros se pueda justificar. Y aquí se tergiversa un poco al asociarlo con el aborto, se debe perdonar a la mujer adúltera, incluso a la mujer que ya ha abortado, pero no justificar ni comprender la muerte de inocentes.

Jesús también dice; "Ay de quien escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y le hundan en lo profundo del mar" (Mt 18, 6; cf 1 Co 8, 10-13).

Si para Jesús el que escandalicen a un niño merece éste castigo, ¿qué pensará de los que promueven que pueda ser troceado aunque sea en nombre de la libertad de decisión?


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