Los socialistas valencianos intentan censurar una misa por el alma de Francisco Franco.
Por una parte se quiere impedir que se opine sobre lo público, sobre todo cuando se han criticado leyes y medidas que iban contra los principios cristianos, como el aborto, equiparar las uniones de homosexuales a la familia natural, etc. se decía que la religión no debe meterse en política. Y al mismo tiempo se quiere intervenir en el funcionamiento interno de lo que es (al menos para los no creyentes) una organización privada. No recordamos que los católicos hayan opinado sobre lo que los socialistas hayan hecho internamente en su partido, aunque sí lo hayan hecho sobre la medidas que han llevado a la política porque afectan a todos también a los no socialistas. Pensamos que si se quiere respetar a la ciudadanía, en este caso los católicos, se debería respetar que opinen sobre cualquier tema que afecta a todos, y al mismo tiempo no intentar intervenir en su funcionamiento interno. El problema de la memoria histórica es que separa el efecto; el alzamiento de 1936, de la causa; el...