.
¿Hay alguna explicación a la coexistencia de Dios con el dolor, con el mal?.
Un grupo de hombres rescata el cuerpo de una víctima de la tormenta tropical Olga a su paso por la ciudad de Santiago de los Caballeros en República Dominicana.
Fetos mezclados con otros residuos encontrados por la Guardia Civil en los contenedores de basura de una clínica abortista de Madrid.
La muerte es parte de la naturaleza, en una catástrofe mueren miles de personas provocando dolor, pero también hay muertes todos los días, en todos los lugares del mundo no provocadas por cataclismos que también van acompañadas de dolor. Los seres humanos estamos a expensas de la naturaleza ya sea por su intervención directa o por nuestra propia existencia que tiene fecha de caducidad. La diferencia es que una persona religiosa sabe que estamos depositados en este mundo de forma temporal y después nos espera otra vida.
No podemos dominar por completo la naturaleza, ni la que nos rodea ni la nuestra, por eso deberíamos plantearnos si se le puede llamar "mal" a los daños causados por catástrofes y la enfermedad o en realidad forman parte de nuestro hábitat. Y si dónde realmente se encuentra el mal es en nuestros actos que sí podemos controlar, en el uso de nuestra libertad para hacer el bien, ser indiferentes al sufrimiento o hacer el mal. Dios nos ha hecho libres para que elijamos. En la situación de miseria del tercer mundo hay mucho de indiferencia ante su sufrimiento por nuestra parte y las mayores tragedias se dan en países pobres, en cuestiones como el aborto asumido socialmente se ve más la mano voluntaria del "mal" que en un terremoto, dónde la causa es el choque de las placas continentales.
Hay una contradicción cuando se alude a la pregunta ¿porqué Dios permite los terremotos y demás catástrofes naturales? y no se quiere admitir la respuesta de las personas creyentes que creen en la otra vida y el sufrimiento humano en este mundo no tiene la última palabra. Porque si se plantea la posible existencia de un Dios que permite el sufrimiento hay que admitir también que existe la otra vida. Si existe Dios tiene que existir la otra vida, si no se cree en la existencia de Dios y ni de otra vida, no tiene sentido planearse la postura de Dios.
¿Hay alguna explicación a la coexistencia de Dios con el dolor, con el mal?.
Un grupo de hombres rescata el cuerpo de una víctima de la tormenta tropical Olga a su paso por la ciudad de Santiago de los Caballeros en República Dominicana.
Fetos mezclados con otros residuos encontrados por la Guardia Civil en los contenedores de basura de una clínica abortista de Madrid.
La muerte es parte de la naturaleza, en una catástrofe mueren miles de personas provocando dolor, pero también hay muertes todos los días, en todos los lugares del mundo no provocadas por cataclismos que también van acompañadas de dolor. Los seres humanos estamos a expensas de la naturaleza ya sea por su intervención directa o por nuestra propia existencia que tiene fecha de caducidad. La diferencia es que una persona religiosa sabe que estamos depositados en este mundo de forma temporal y después nos espera otra vida.
No podemos dominar por completo la naturaleza, ni la que nos rodea ni la nuestra, por eso deberíamos plantearnos si se le puede llamar "mal" a los daños causados por catástrofes y la enfermedad o en realidad forman parte de nuestro hábitat. Y si dónde realmente se encuentra el mal es en nuestros actos que sí podemos controlar, en el uso de nuestra libertad para hacer el bien, ser indiferentes al sufrimiento o hacer el mal. Dios nos ha hecho libres para que elijamos. En la situación de miseria del tercer mundo hay mucho de indiferencia ante su sufrimiento por nuestra parte y las mayores tragedias se dan en países pobres, en cuestiones como el aborto asumido socialmente se ve más la mano voluntaria del "mal" que en un terremoto, dónde la causa es el choque de las placas continentales.
Hay una contradicción cuando se alude a la pregunta ¿porqué Dios permite los terremotos y demás catástrofes naturales? y no se quiere admitir la respuesta de las personas creyentes que creen en la otra vida y el sufrimiento humano en este mundo no tiene la última palabra. Porque si se plantea la posible existencia de un Dios que permite el sufrimiento hay que admitir también que existe la otra vida. Si existe Dios tiene que existir la otra vida, si no se cree en la existencia de Dios y ni de otra vida, no tiene sentido planearse la postura de Dios.
Comentarios