Según Cesar Vidal los españoles tenemos tendencia al latrocinio y a ser tolerantes con la mentira.
Por ser católicos y no cristianos reformados.
La verdad es que no se sabe qué pretende Vidal menospreciando a sus compatriotas por ser como son y no ser como los holandeses, ingleses, suecos... Porque si según Vidal somos un mal pueblo por ser católicos y no ser unos cristianos "reformados" lo que propone es irremediable, porque las convicciones religiosas son algo profundo del ser humano y no se cambian por imitación de la forma de ser de otro pueblo por ejemplo. Y cuando el haber sido católicos y no protestantes ha conformado nuestra cultura y forma de ser, pensamos que para bien. Si los españoles hubiéramos sido protestantes, sabiendo cómo eran éstos de puritanos en su época no existiría el flamenco, ni las fallas, ni los San Fermines, ni las procesiones de Semana Santa... en general no seríamos un pueblo tan abierto y alegre.
Tampoco nos sirve cuando nos quieren convencer de que los pueblos que se unieron a la reforma son idílicos comparados con los españoles porque sabemos que no es así y como se dice coloquialmente en todos los sitios cuecen habas.
Cualquiera que haya viajado por el centro de Europa puede ver que hay educación y civismo, pero también bastante frialdad en el trato humano comparado con pueblos como el nuestro. Es poco probable que en un país latino se diesen las revueltas violentas que se dieron en Londres hace poco, barrios enteros de los suburbios en los que gente normal mezclada con delincuentes se dedica a los destrozos y al pillaje.
Como suele hacer Vidal generaliza y dice que los españoles tenemos tendencia a robar todo lo que se nos ponga por delante y no esté vigilando, y no es cierta esta generalización, habrá españoles que se lleven cosas que no son suyas y otros muchos no lo hacen, si fuese cierta esta generalización ¿qué hoteles extranjeros iban a querer alojar a españoles?. Y por otra parte los viajeros de países reformados no siempre son modelos de conducta, los hooligans por ejemplo. Los equipos ingleses estuvieron sancionados por la UEFA cinco años a no jugar competiciones europeas por la tragedia de Heysel provocada por hooligans del Liverpool FC. (Los disturbios provocaron 39 víctimas mortales, 34 italianos seguidores de la Juventus FC, 2 belgas, 2 franceses y 1 británico)....Se cree que el fenómeno de los hooligans tuvo su origen en las pandillas de delincuentes juveniles habituales al final de la época victoriana en ciudades como Manchester y Liberpool.
http://www.youtube.com/watch?v=3hetQrocFFg&
Como hace Vidal vamos a citar una obra literaria ó escénica para apoyar lo que decimos; la segunda novela de Charles Dickens, Oliver Twist (1839), muy conocida por haber sido llevada al cine muchas veces (recomendamos la versión de 1948 dirigida por David Lean); una crítica de la crueldad imperante en la sociedad inglesa de la época, de las desiguadades sociales insalvables y de las condiciones de explotación en las que vivían muchos niños durante la revolución industrial. Se dice que es en parte autobiográfica de Dickens que tuvo que trabajar desde muy joven para mantener a su familia porque su padre había sido encarcelado por deudas. Podemos ver en la novela las pandillas de niños delincuentes y al mismo tiempo la severidad en el cumplimiento de las normas (haciendo referencia al anterior artículo de Vidal), al niño protagonista "le venden" en unas condiciones de semi-exclavitud a un empresario de pompas fúnebres por haberse atrevido a pedir más comida en el orfanato.
Charles Dickens incidió en esta descripción de la sociedad de su época en otras novelas como Nicholas Nickleby y la muy conocida, Cuento de navidad. Si hacemos como Vidal y usamos la literatura de cada país como argumento para juzgar a ese pueblo, la imagen que trasmite Dickens de la sociedad inglesa da miedo. En sus novelas el personaje malvado, contrapunto del héroe bueno, suele ser un avaro mentiroso.
En la literatura escandinava también aparecen críticas a sus sociedades en teoría ideales, por ejemplo dos recientes publicadas con éxito que luego se convirtieron en guiones para el cine; la Trilogía Millennium y Déjame entrar, una novela de género fantástico donde la acción tiene lugar en Blackeberg, un suburbio de clase trabajadora de la ciudad de Estocolmo a principios de la década de 1980 y enfoca el lado oscuro de la humanidad, tratando temas como el acoso escolar, la pedofilia, prostitución... En 2008 se estrenó la película islandesa, "Reykjavík-Rotterdam" sobre la mafia que opera importando bebidas alcohólicas de contrabando a la isla. Extremadamente violenta.
Volviendo a lo que decíamos en nuestro anterior comentario, las sociedades católicas se caracterizaban por dar unos valores morales desde la autoridad y ser indulgentes con los fallos personales y se puede explicar porqué nuestra legislación es en general más indulgente que otras legislaciones también de siglos anteriores y es muy garantista. Lo que ocurre es que ahora nos hemos quedado a medio camino y mantenemos indulgencia hacía los fallos de las personas pero hemos renunciado a dar valores morales desde la autoridad como hacen las sociedades reformadas. Y para llegar a ser (tal cual) como las sociedades de la reforma, al dejar de dar valores desde arriba tendríamos que ser rigoristas con el cumplimiento de las normas cotidianas. Aunque es posible que el ser rigorista con las normas cotidianas tienda a hacer una sociedad menos espontánea y alegre que la española, si somos como somos y no somos como los ingleses, holandeses, suecos...es también influencia de nuestra cultura católica.
Cuando se han dado valores desde la autoridad en las sociedades católicas y en concreto la española, se han respetado las normas de convivencia sin necesidad de ser severos aplicando la ley porque la gente como tenía valores morales no cometía delitos (o cometía pocos) que fuese necesario penalizar.... Aún hoy en las zonas rurales y capitales de provincias donde la población conserva las costumbres tradicionales la gente puede irse y dejar tranquilamente abierta la puerta de su casa (pasaba en general en España durante el franquismo). También lo vimos durante la JMJ, el ejemplo de civismo de los jóvenes y a la vez su alegría. Si la teoría de Vidal de que el ser católico le hace a uno ser menos respetuoso con la propiedad de los demás ¿qué hubiera pasado en la concentración de Cuatro Vientos, todos robándose unos a otros durante el día entero que duró?. Y en los pueblos dónde todos van a misa los domingos, se daría la mayor proporción de delincuentes por habitantes.
Vidal pone a Suiza de ejemplo de respeto a la propiedad privada y a las normas, y cualquiera que haya viajado a este país aprecia que un país de cuento muy bonito (caro para nosotros) y que la gente es muy cívica. Pero Suiza es rico porque han guardado allí su dinero los que lo evadían de su propio país, incluidos muchos crápulas tipo Gadafi. Y puede que en Suiza la gente sea muy cívica, pero su principal negocio, el bancario está basado en no tener escrúpulos a la hora de guardar dinero.
En Zurich había en los años 90 un parque dónde estaba permitido consumir droga (no se si sigue vigente esta tolerancia), similar a los coffee-shop holandeses dónde se compra y consume libremente marihuana.
En Suiza es legal el sucidio asistido (buscar en YouTube; sucidio asistido Suiza).
¿Nos dirá Vidal que estas costumbres vienen de la interpretación correcta "de la ley"?. Se repite aquí lo de que ocurre en otros países de la reforma, no hay principios morales que guíen a la sociedad y le ponga límites porque estos están sometidos a la libre interpretación, sobre todo tratándose de negocios y sin embargo se cumplen con rigor las normas que regulan la vida cotidiana.
Dice Vidal que la desamortización de bienes eclesiásticos del siglo XIX fue indispensable, y con su comentario tenemos el ejemplo de quienes en nombre de su forma de pensar se saltan las normas cuando quieren porque creen que sus ideas los justifican. Vidal que nos da la lata con que los españoles no respetamos la propiedad privada nos dice que no respetar la propiedad privada de una institución, la Iglesia, es recomendable desde su punto de vista. Pero entonces ¿en que se diferencia si desde el punto de vista del comunismo por ejemplo la propiedad privada no debe ser respetada por una teórica necesidad superior de la colectividad?... y coinciden con los desamortizadores del siglo XIX en que las propiedades de la Iglesia deben ser respetada menos que ninguna.
Se pregunta Vidal que ¿hasta cuando debe el estado compensar por las desamortizaciones?, pues si a alguien le quitan su medio de vida y quién se lo quita contrae a cambio el compromiso de mantenerlo, tendrá que "cumplir su palabra" y hacerlo al menos hasta que el desposeído pueda financiarse por sí mismo y renuncie a la financiación...
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Por ser católicos y no cristianos reformados.
La verdad es que no se sabe qué pretende Vidal menospreciando a sus compatriotas por ser como son y no ser como los holandeses, ingleses, suecos... Porque si según Vidal somos un mal pueblo por ser católicos y no ser unos cristianos "reformados" lo que propone es irremediable, porque las convicciones religiosas son algo profundo del ser humano y no se cambian por imitación de la forma de ser de otro pueblo por ejemplo. Y cuando el haber sido católicos y no protestantes ha conformado nuestra cultura y forma de ser, pensamos que para bien. Si los españoles hubiéramos sido protestantes, sabiendo cómo eran éstos de puritanos en su época no existiría el flamenco, ni las fallas, ni los San Fermines, ni las procesiones de Semana Santa... en general no seríamos un pueblo tan abierto y alegre.
Tampoco nos sirve cuando nos quieren convencer de que los pueblos que se unieron a la reforma son idílicos comparados con los españoles porque sabemos que no es así y como se dice coloquialmente en todos los sitios cuecen habas.
Cualquiera que haya viajado por el centro de Europa puede ver que hay educación y civismo, pero también bastante frialdad en el trato humano comparado con pueblos como el nuestro. Es poco probable que en un país latino se diesen las revueltas violentas que se dieron en Londres hace poco, barrios enteros de los suburbios en los que gente normal mezclada con delincuentes se dedica a los destrozos y al pillaje.
Como suele hacer Vidal generaliza y dice que los españoles tenemos tendencia a robar todo lo que se nos ponga por delante y no esté vigilando, y no es cierta esta generalización, habrá españoles que se lleven cosas que no son suyas y otros muchos no lo hacen, si fuese cierta esta generalización ¿qué hoteles extranjeros iban a querer alojar a españoles?. Y por otra parte los viajeros de países reformados no siempre son modelos de conducta, los hooligans por ejemplo. Los equipos ingleses estuvieron sancionados por la UEFA cinco años a no jugar competiciones europeas por la tragedia de Heysel provocada por hooligans del Liverpool FC. (Los disturbios provocaron 39 víctimas mortales, 34 italianos seguidores de la Juventus FC, 2 belgas, 2 franceses y 1 británico)....Se cree que el fenómeno de los hooligans tuvo su origen en las pandillas de delincuentes juveniles habituales al final de la época victoriana en ciudades como Manchester y Liberpool.
http://www.youtube.com/watch?v=3hetQrocFFg&
Como hace Vidal vamos a citar una obra literaria ó escénica para apoyar lo que decimos; la segunda novela de Charles Dickens, Oliver Twist (1839), muy conocida por haber sido llevada al cine muchas veces (recomendamos la versión de 1948 dirigida por David Lean); una crítica de la crueldad imperante en la sociedad inglesa de la época, de las desiguadades sociales insalvables y de las condiciones de explotación en las que vivían muchos niños durante la revolución industrial. Se dice que es en parte autobiográfica de Dickens que tuvo que trabajar desde muy joven para mantener a su familia porque su padre había sido encarcelado por deudas. Podemos ver en la novela las pandillas de niños delincuentes y al mismo tiempo la severidad en el cumplimiento de las normas (haciendo referencia al anterior artículo de Vidal), al niño protagonista "le venden" en unas condiciones de semi-exclavitud a un empresario de pompas fúnebres por haberse atrevido a pedir más comida en el orfanato.
Charles Dickens incidió en esta descripción de la sociedad de su época en otras novelas como Nicholas Nickleby y la muy conocida, Cuento de navidad. Si hacemos como Vidal y usamos la literatura de cada país como argumento para juzgar a ese pueblo, la imagen que trasmite Dickens de la sociedad inglesa da miedo. En sus novelas el personaje malvado, contrapunto del héroe bueno, suele ser un avaro mentiroso.
En la literatura escandinava también aparecen críticas a sus sociedades en teoría ideales, por ejemplo dos recientes publicadas con éxito que luego se convirtieron en guiones para el cine; la Trilogía Millennium y Déjame entrar, una novela de género fantástico donde la acción tiene lugar en Blackeberg, un suburbio de clase trabajadora de la ciudad de Estocolmo a principios de la década de 1980 y enfoca el lado oscuro de la humanidad, tratando temas como el acoso escolar, la pedofilia, prostitución... En 2008 se estrenó la película islandesa, "Reykjavík-Rotterdam" sobre la mafia que opera importando bebidas alcohólicas de contrabando a la isla. Extremadamente violenta.
Volviendo a lo que decíamos en nuestro anterior comentario, las sociedades católicas se caracterizaban por dar unos valores morales desde la autoridad y ser indulgentes con los fallos personales y se puede explicar porqué nuestra legislación es en general más indulgente que otras legislaciones también de siglos anteriores y es muy garantista. Lo que ocurre es que ahora nos hemos quedado a medio camino y mantenemos indulgencia hacía los fallos de las personas pero hemos renunciado a dar valores morales desde la autoridad como hacen las sociedades reformadas. Y para llegar a ser (tal cual) como las sociedades de la reforma, al dejar de dar valores desde arriba tendríamos que ser rigoristas con el cumplimiento de las normas cotidianas. Aunque es posible que el ser rigorista con las normas cotidianas tienda a hacer una sociedad menos espontánea y alegre que la española, si somos como somos y no somos como los ingleses, holandeses, suecos...es también influencia de nuestra cultura católica.
Cuando se han dado valores desde la autoridad en las sociedades católicas y en concreto la española, se han respetado las normas de convivencia sin necesidad de ser severos aplicando la ley porque la gente como tenía valores morales no cometía delitos (o cometía pocos) que fuese necesario penalizar.... Aún hoy en las zonas rurales y capitales de provincias donde la población conserva las costumbres tradicionales la gente puede irse y dejar tranquilamente abierta la puerta de su casa (pasaba en general en España durante el franquismo). También lo vimos durante la JMJ, el ejemplo de civismo de los jóvenes y a la vez su alegría. Si la teoría de Vidal de que el ser católico le hace a uno ser menos respetuoso con la propiedad de los demás ¿qué hubiera pasado en la concentración de Cuatro Vientos, todos robándose unos a otros durante el día entero que duró?. Y en los pueblos dónde todos van a misa los domingos, se daría la mayor proporción de delincuentes por habitantes.
Vidal pone a Suiza de ejemplo de respeto a la propiedad privada y a las normas, y cualquiera que haya viajado a este país aprecia que un país de cuento muy bonito (caro para nosotros) y que la gente es muy cívica. Pero Suiza es rico porque han guardado allí su dinero los que lo evadían de su propio país, incluidos muchos crápulas tipo Gadafi. Y puede que en Suiza la gente sea muy cívica, pero su principal negocio, el bancario está basado en no tener escrúpulos a la hora de guardar dinero.
En Zurich había en los años 90 un parque dónde estaba permitido consumir droga (no se si sigue vigente esta tolerancia), similar a los coffee-shop holandeses dónde se compra y consume libremente marihuana.
En Suiza es legal el sucidio asistido (buscar en YouTube; sucidio asistido Suiza).
¿Nos dirá Vidal que estas costumbres vienen de la interpretación correcta "de la ley"?. Se repite aquí lo de que ocurre en otros países de la reforma, no hay principios morales que guíen a la sociedad y le ponga límites porque estos están sometidos a la libre interpretación, sobre todo tratándose de negocios y sin embargo se cumplen con rigor las normas que regulan la vida cotidiana.
Dice Vidal que la desamortización de bienes eclesiásticos del siglo XIX fue indispensable, y con su comentario tenemos el ejemplo de quienes en nombre de su forma de pensar se saltan las normas cuando quieren porque creen que sus ideas los justifican. Vidal que nos da la lata con que los españoles no respetamos la propiedad privada nos dice que no respetar la propiedad privada de una institución, la Iglesia, es recomendable desde su punto de vista. Pero entonces ¿en que se diferencia si desde el punto de vista del comunismo por ejemplo la propiedad privada no debe ser respetada por una teórica necesidad superior de la colectividad?... y coinciden con los desamortizadores del siglo XIX en que las propiedades de la Iglesia deben ser respetada menos que ninguna.
Se pregunta Vidal que ¿hasta cuando debe el estado compensar por las desamortizaciones?, pues si a alguien le quitan su medio de vida y quién se lo quita contrae a cambio el compromiso de mantenerlo, tendrá que "cumplir su palabra" y hacerlo al menos hasta que el desposeído pueda financiarse por sí mismo y renuncie a la financiación...
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