Los ricos y los pobres según Cesar Vidal.


Cesar Vidal nos entrega un nuevo artículo de su serie dedicada a criticar al catolicismo español, y ya lleva 16 con éste.

En el artículo anterior nos decía «una página web católica ha decretado el boicot contra mis libros.  Al igual que los nacionalistas catalanes, que los socialistas, que los comunistas o que los nazis, los talibán de la citada página –que no empezaron mal, pero que están terminando por convertirse en un Santo Oficio de tercera regional y que, dada la vida personal de quien escribe algunos de sus artículos harían mejor en callar– han terminado por lanzar su fatwa especial contra las opiniones que no gustan».

Hombre, es que 16 semanas seguidas a razón de un artículo por semana atacando a los católicos roza el empecinamiento. Y si Vidal tiene libertad para atacar obstinadamente a los católicos debería reconocer el derecho de los católicos a que le digan a otros católicos que dejen de comprar sus libros y que así no contribuyan económicamente a quien no deja de atacarles. Sin violencias ni boicots, sencillamente que se abstengan de comprar sus libros y empleen su dinero en comprar libros de un autor más edificante. Porque es posible que aún queden católicos españoles que no avisados sigan pensando que Vidal tiene una forma de pensar próxima a ellos ya que no hace mucho ha dirigido y presentado un programa importante en una emisora de radio católica.

Es difícil encontrar hoy en día, incluso entre los progresista a alguien que públicamente haya mostrado una animadversión tan continuada a la religión católica, y ya que los menciona, se parece bastante a los ideólogos que influyeron en el nazismo y que acabó desembocando en la persecución de los judíos que todos conocemos. Y seguramente los ideólogos del antisemitismo no fueron conscientes cuando lo escribían de en qué iba desembocar lo que estaban sembrando. Los ideólogos del antisemitismo también culpaban a una colectividad religiosa de los males económicos y sociales que padecía una nación, y esa era la cuestión que planteaban, que un colectivo por su forma propia de ser era pernicioso para la sociedad. No se trataba de juzgar los hechos concretos de sus componentes, algo humanamente comprensible, sino que la misma naturaleza de una religión debía ser condenada. Luego a ese colectivo había que perseguirle por el bien del progreso de la sociedad.

Por suerte para Vidal los católicos en general cuanto más comprometidos son más pacíficos y no parece que los ataques de Vidal le pueda influir a la sociedad española como influyeron los ideólogos del antisemitismo a la sociedad alemana de los años 20 y 30 del siglo pasado. Pero sí vimos que el laicismo radical del gobierno anterior acabo influyendo en la multiplicación de los ataques violentos a templos religiosos y dieron lugar a manifestaciones antireligión donde se profería todo tipo de insultos a los católicos, como se vio sobre todo durante la JMJ. Vidal que se empeña en asociar la Iglesia católica a la izquierda ha coincidido con la izquierda más radical en su animadversión a los católicos.

Es de suponer que Vidal todo lo que nos ha contado en estos 16 artículos lo pensaba desde hace tiempo, y aún así fue empleado en una empresa de la Iglesia, la COPE. Si nos atenemos a la visión negativa que tiene Cesar Vidal del catolicismo español, tendría que pensar que ayudó a que todas las cosas malas que nos ha enumerado en sus artículos se promoviesen públicamente; la apatía y vagancia de los católicos, su desden por la ciencia, su falta de respeto por la ley... etc, etc.

Creemos que por ejemplo un católico coherente no debería colaborar con algo que fuese contra los principios cristianos, y comparándolo con la visión que tiene Vidal del catolicismo sería semejante a que un católico fuese un empleado importante en el diario Público, El País, la SER... y una vez fuera del medio se dedicase tres meses seguidos a criticar lo nefasto que resulta el progresismo para la sociedad española. Y en ese momento la pregunta que le podrían hacer sería obvia, ¿entonces qué hacías trabajando en un medio de comunicación que se dedica a promover el progresismo en la sociedad?. Creemos que Vidal no tiene autoridad moral para criticar a los católicos de esta forma.

Vamos a seguir intentando contestar a lo que nos plantea en su última entrega.

Dice Vidal: «Otra de las consecuencias de que España se quedara en el campo de la Contrarreforma fue que, al igual que naciones como España, Portugal o Italia, adoptó una visión absolutamente dislocada sobre la riqueza y la pobreza. Se trata de una visión nefasta que persiste hasta el día de hoy.»

Los católicos no adoptaron ninguna visión novedosa sobre la riqueza y la pobreza por quedarse fuera de la Reforma, sencillamente siguieron haciendo lo mismo que habían hecho los cristianos desde el principio, desde el tiempo de Jesús. Si según Vidal se trata de una visión nefasta, también sería nefasta la de los primeros cristianos y la de todos los cristianos hasta el siglo XVI, ¿ó es que los cristianos abrazaron el consumismo como algo bueno desde el siglo I y fueron los católicos los que torcieron esa tendencia en la Contrareforma?

Continúa Vidal; «Los siglos de catolicismo habían creado en la sociedad andaluza un sentimiento indudable de aversión a los ricos que, por añadidura, veía con favor a los que decían defender a lo pobres. Como tantas características de la mentalidad católica en España, al final, quien se había aprovechado de ella era el PSOE.  Según Pedro de Tena –y no puedo más que darle la razón–, ese pauperismo había creado un caldo de cultivo que favorecía a los socialistas ya que, en teoría, era a los pobres a quienes ellos defendían».

¿Y porqué el catolicismo no había creado «un sentimiento indudable de aversión a los ricos» en Cataluña, en Madrid, en Baviera, en Viena ó en Varsovia y se centró principalmente en Andalucía?. Cesar Vidal no ve que sus análisis son superficiales y que las causas de las cosas pueden ser más complejas de lo que da a entender, ¿no es posible que en Andalucía tuviera más éxito la izquierda porque había menos propietarios de sus tierras de labranza y por ello más mano de obra jornalera y que esto no tuviera nada que ver con la influencia del catolicismo y sí tendría que ver más con cosas como las desamortizaciones del siglo XIX por ejemplo...?. La izquierda siempre se extiende más entre los asalariados y menos entre los que son dueños de su medio de trabajo aunque éste sea humilde, por ejemplo el pequeño comercio, los taxistas, los campesinos que trabajan su propia tierra...

«Teóricamente, ser pobre era algo espiritualmente magnífico –continua siendo uno de los tres votos de la vida religiosa y uno de los supuestos consejos de perfección– pero, anunciado por la institución que tenía la mayor acumulación de riquezas de la época (muchas veces por encima de reyes y emperadores) y que, además, disfrutaba de privilegios fiscales sin comparación, no dejaba de resultar, se mire como se mire, un tanto cínico».

El desprendimiento de las cosas materiales cuando "se elige" es un camino de perfección, pero eso no es lo mismo que ser pobre, porque el desprendimiento de las cosas materiales no implica por ejemplo prescindir de la asistencia sanitaria más adelantada posible, porque quien lo hiciese podría estar pecando al no cuidar del cuerpo que Dios le ha dado. Tampoco implica no tener una alimentación adecuada ó no tener acceso a agua potable para beber y sanearse por las mismas razones. Luego lo que se entiende por pobreza no coincide con el concepto de desprendimiento material y un católico siempre estará en contra de la pobreza que atenta a la dignidad humana y tiene la obligación en la medida de sus posibilidades de remediar la situación de otros seres humanos que no tengan acceso a las cosas más básicas, alimentación, sanidad, vivienda....

También porque cuando renunciamos a cosas materiales nos permite centrarnos más en las cosas del espíritu y menos en nosotros mismo, es raro encontrar a alguien que se entregue al servicio de los demás y esté apegado a las cosas materiales. Cuentan que una vez alguien le decía a la madre Teresa de Calcuta que lo que ella hacía, atender a indigentes con las enfermedades más terribles, él no lo haría por todo el oro del mundo, y la madre Teresa le contestó; yo tampoco lo haría por mucho dinero que me diesen, sin embargo sí lo hago por amor a Dios y al prójimo. Y lo cierto es que vemos que en nuestro mundo occidental hay mucha riqueza material, y sin embargo bastante pobreza espiritual, y que por ejemplo estamos muy preocupados por la crisis del euro mientras se matan con el aborto a cientos de miles de niños en Europa. Y no es que la crisis del euro no tenga importancia, tiene mucha porque sin medios materiales no se puede vivir, pero nuestro orden de valores nos indica que vivimos más preocupados por nosotros mismos y nuestro bienestar inmediato.





El desprendimiento de las cosas materiales forma parte de un camino de perfección, pero para poder elegirlo antes hay que tener garantizada una vida digna, y una persona que ya sea pobre no es lógico que lo siga siendo a propósito, tendrá el mérito de que aún en su pobreza siga siendo un buen cristiano. Porque el catolicismo no intenta torcer el orden natural de las cosas y éste es que las personas intenten mejorar su situación económica e incluso sea una obligación aprovechar los talentos que se nos han dado para hacerlo, ser un vago ó un abandonado no es algo bueno. "Elegir" la pobreza como camino de perfección no es torcer la tendencia natural que todos los hombres tienen de querer mejorar, sino que es superarla por un fin superior, renunciar a las cosas materiales para acercarse más a Dios. Pero como es un camino de perfección, obviamente dependen de la libre voluntad de cada uno e incluso de su vocación, y unos llegarán más lejos como los monjes y otros hacemos intentos de austeridad. Siendo la pobreza voluntaria un camino de perfección, si se impusiera, ó lo impusiera las circunstancias ya no sería "un camino" que se toma voluntariamente, sería una situación.

Cuando Cesar Vidal sugiere que el catolicismo promueve "el pauperismo", es decir la pobreza de grandes masas sociales, está tergiversando demagógicamente el concepto cristiano de la austeridad como virtud.

Las riquezas de la Iglesia no les pertenece a los que ahora la componen, pertenecen a los católicos de todos los tiempos, también a los del futuro, cuando se dice que la Iglesia debería vender todas sus posesiones para dárselas a los pobres, también se podría decir que el Estado Español vendiese los cuadros del museo del Prado para paliar a los parados. Y entonces esas riquezas acabarían en manos privadas y dejarían de ser de uso público como ahora, ya no serían patrimonio de la humanidad, serían el patrimonio de alguien, un nuevo rico por ejemplo que pone el cuadro de un pintor famoso en el cuarto de baño...

Es difícil encontrar una institución que dedique un porcentaje de sus ingresos más alto que la Iglesia Católica, y que además estén mejor gestionados precisamente por la austeridad de sus miembros. Un sacerdote católico debe cobrar menos de mil euros al mes y un obispo poco más y sin embargo suelen tener un nivel cultural que les permitiría tener mucho mejores sueldos en la empresa privada, sobre todo los que además de sacerdotes tienen otra u otras carreras. Hoy en día, en general, el clero católico es ejemplo de austeridad comparado con el resto de la sociedad occidental, por eso también es tan eficiente cosas como Cáritas porque sus miembros al ser austeros no consumen una parte importante de los recursos en autofinanciarse como pasa con otras ongs.

Y en el pasado, tenemos referencias de clérigos y obispos que vivían con lujos, pero serían excepciones porque las reglas que regían la vida consagrada entonces eran más exigente que ahora, sobre todo en los monasterios y los campesinos podían ver cómo los monjes vivían con más austeridad y pobreza que ellos. Muchas tierras propiedad de la Iglesia eran cedidas ó arrendadas a bajo precio a campesinos que no tenían tierras y con esto acabó las desamortizaciones, al igual que con las tierras comunales de muchos ayuntamientos, y como los que podía comprar estas tierras eran los ricos se creo una masa de asalariados.

Es posible que antes de las desamorizaciones en España no existiese la envidia y la aversión al rico como un mal generalizado, si un campesino humilde ve que le quitan el uso de una tierra comunal que hasta entonces había podido usar gratuitamente para que a partir de ese momento un rico le cobre el precio de arrendamiento que él quiera, en el campesino ó ganadero puede surgir el resentemiento si esto alteraba en gran medida su medio de vida... ya hemos comentado que quien siente que lo que trabaja le es propio no suele inclinarse por las teorías de la izquierda, al contrario es conservador porque tiene algo que quiere conservar y si es posible mejorar, mientras que los asalariados dependen de otros y tienen tendencia a estar a la defensiva de lo que consideran derechos. De ahí la lucha de clases, etc. Seguro que entre los pequeños propietarios hay menos envidias y animadversión a los ricos que entre los asalariados.

«como señalaba Zefirelli en el final de su Hermano sol, hermana luna, al final resultaba que la existencia de algunos pobres espirituales constituía la pantalla perfecta para acumular riquezas y, a la vez, evitar que los pobres se marcharan en busca de terrenos espirituales más sustanciosos. Se trataba de una conducta hipócrita también claramente visible en la izquierda cuando clama por los descamisados mientras se llena los bolsillos con el dinero que sale de nuestros impuestos y así verifica que es, en no pocos aspectos, un retrato en negativo de la iglesia católica».

La película de Zefirelli es muy interesante aunque empieza con un tono algo hippy, las canciones de Donovans, etc. según avanza ahonda en el concepto del desprendimiento material como camino de perfección, o sea propone la postura contraria que mantiene Vidal.

No se desprende de la película la idea de que unos pobres espirituales sirvan de pantalla de forma hipócrita para que otros acumulen riquezas, otra cosa es que reconoce que hubiera católicos y clérigos incoherentes que actuaban mal y que esos fallos se dan porque el ser humano tiene debilidades y los miembros de la Iglesia como seres humanos también las tienen. La película, censura los fallos de los que se apegan a las cosas materiales, pero no pone en cuestión a la Iglesia como institución. En la escena final quien dice que Francisco será maquiavélicamente usado para atraer a los pobres precisamente tiene cara de demonio, sin embargo el Papa (Alec Guinness) reconoce sinceramente que la postura de Francisco es la perfecta y delante todos los que le habían rechazado por su andrajos le besa los píes. Por otro lado Francisco no esta creído de que su postura sea la correcta y teme haberse dejado llevar por la presunción y acude a que el Papa le indique si está en lo acertado ó no y someterse a su autoridad. El San Francisco de la película de Zeferelli era como católico, papista y nos recuerda algo que ya hemos defendido ante las tesis de Cesar Vidal y es que Jesús nos avisó de que los miembros de la Iglesia podían fallar y sabiéndolo decidió fundar su Iglesia sobre seres humanos falibles. Una película muy recomendable.

Además ¿dónde iban a encontrar los pobres «terrenos espirituales más sustanciosos» si en los tiempos de San Francisco aún faltaban varios siglos para la Reforma?. Y luego en ésta no había monjes que vivían modestamente con los que se identificasen los campesinos. ¿Ve Cesar Vidal como el catolicismo por no seguir la Reforma siguió haciendo en cuanto a la pobreza y la riqueza lo mismo que habían hecho todos los cristianos que les precedieron y que fue la Reforma la que cambió de rumbo?








Vidal insiste en la idea de que la izquierda española es «un retrato en negativo de la iglesia católica». Entonces la derecha española ¿qué es, un retrato en positivo de la iglesia católica?. Porque si según la teoría de Vidal la Iglesia Católica ha tenido gran influencia en la izquierda española, es de suponer que habría tenido más influencia en la derecha española porque ésta en general no es anticlerical como la izquierda y entre sus miembros abundan más los católicos practicantes. Tanto es así que Rubalcaba debe pensar lo mismo que Vidal pero desde su punto de vista cuando le amenazó al PP con cambiar el concordato con la Santa Sede si éste reformaba la leyes que había impulsado Zapatero, se ve que para Rubalcaba "la derecha española" es un retrato en negativo de la iglesia católica.

«Vaya por delante, que semejante visión nada tiene que ver con la Biblia y no pasa de ser una lectura perversa de los textos sagrados más influida por cínicos como Diógenes que por los profetas de Israel o Jesús. Es cierto que la Biblia previene contra el amor al dinero y que señala que no se puede servir a las riquezas como si fueran Dios porque esa conducta es equivalente a la idolatría. Igualmente, la codicia aparece condenada en el Decálogo y se enseña que hay que utilizar los bienes propios para socorrer a los necesitados. Con todo, hasta ahí llegan sus advertencias. Ir más allá es corromper su mensaje y abocar a una sociedad al punto donde, por desgracia, nos encontramos».

Es cuestionable que a la Iglesia Católica la haya influido más un pensador griego que los profetas ó el mismo Jesús. Porque Jesús predico el desprendimiento de lo material con su propio ejemplo de vida, nacido en el pesebre de una cuadra, hijo de un carpintero y mientras predicó vivía de lo que le daban y los mismo la mayoría de los apóstoles.

Cuando dice Jesús "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de los Cielos" condena a las  personas cuyo único interés es acumular bienes y dinero para su propia satisfacción, no teniendo presente las necesidades del mundo. Ser rico no es algo malo, es malo poner la riqueza material por encima de todo. No es malo que occidente sea rico, es malo que al mismo tiempo se haya descristianizado, es malo que no contribuya más a erradicar el hambre en los países más pobres. Es algo bueno y necesario que las empresas vaya bien y prosperen, pero es malo que se haga a costa de las relaciones familiares por ejemplo absorbiendo el tiempo libre de los trabajadores, que no se respeten los descansos dominicales y las fiestas religiosas...

Ya que a Vidal le gusta citar el Antiguo Testamento, podemos a referirnos a la historia del becerro de oro que el pueblo liberado de Egipto decide adorar mientras Moíses recibe las tablas de la Ley. Nos avisa la Biblia que el pueblo elegido puede fallar y abandonar la Ley de Dios por seguir la adoración a las cosas materiales y las desgracias que ello le puede acarrear, la travesía del desierto ¿y no es un poco lo que le está pasando a la Europa hoy rica y secularizada y que antes era cristiana?

Y lo que ha abocado a la sociedad al punto donde, por desgracia, nos encontramos, no ha sido precisamente la predicación de la austeridad y el desprendimiento cristiano de las cosas materiales, sino todo lo contrario, la codicia, el consumismo y vivir por encima de nuestras posibilidades durente mucho tiempo que ha creado una burbuja de crecimiento económico artificial y que al estallar a dejado a cinco millones sin empleo.

Diógenes pertenecía a la Escuela Cínica, aunque entonces la palabra cínico no tenía la acepción que tiene ahora y se refería al desprecio a las riquezas y a cualquier forma de preocupación material. Es conocida la anécdota cuando el filósofo Aristipo quien vivía confortablemente a base de sus adulaciones permanentes al rey le dijo a Diógenes que si hubiese aprendido a ser sumiso, no tendría necesidad de comer lentejas. Y Diógenes le contestó, a su vez, que si Aristipo hubiera aprendido a comer lentejas no tendría necesidad de adular al rey.

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