Sobre el Valle de los Caídos



Ayer en una tertulia televisiva trataron una vez más sobre el Valle de los Caídos, esta vez a raíz de un programa muy crítico sobre este monumento emitido por la televisión catalana. ¿Fue la reconciliación la intención de su construcción?, como dijo el presidente de Alternativa Española, Rafael López-Dieguez que participaba en la tertulia, creemos que sí. Es cierto que fue una reconciliación desde el punto de vista y desde la mentalidad del bando nacional que había resultado vencedor, y que a los que formaron parte ó simpatizan con el bando republicano no les gusta. Pero en su día la idea de reconciliar a los dos bando bajo un signo, el de la cruz, que en el bando nacional se respetaba influyo sobre todo en la mentalidad de éstos, que por haber sido los vencedores tenían los resortes para dirigir a la sociedad en un sentido u otro, y podría haber sido al revés y en vez de buscar reconciliar, haber exacerbado la división. Con esta construcción el bando vencedor dejaba de ver a los miembros del bando republicano como a los enemigos vencidos, y se intentaba que en la sociedad española de esos años se viesen con dignidad a los caídos republicanos.

Como suele ocurrir no todo fue perfecto y en la misma dirección, habría declaraciones, discursos y otros monumentos dedicados sólo a exaltar al bando nacional, y luego errores ó irregularidades en el traslado de algunos restos de combatientes republicanos que familiares ahora denuncian. Sin embargo hay que tener en cuenta el resultado global, y es que ya en los años 60 y 70 se había superado en la mentalidad colectiva la división. En 1964 la gran celebración fue "25 años de paz", no fue 25 años de la guerra y la victoria.

Alguien decía ayer en la tertulia de tv que la construcción del Valle era semejante a las construcciones de los estados fascistas y comunistas del siglo XX, pero lo que no tenía en cuenta el tertuliano es que esos regímenes se caracterizaban por la exaltación de la propia ideología sin ninguna referencia superior a ellos. Sin embargo el Valle no está coronado por un gran símbolo del partido del régimen, sino por la Cruz y que es una muestra de cuales eran las prioridades y qué era a lo que realmente le daba importancia. En realidad el Valle de los Caídos tienen más que ver con otro monumento cercano, El Escorial, con lo que representa en nuestra tradición histórica que con los monumentos de los regímenes del siglo XX. Porque además la persecución religiosa a los católicos tuvo mucho que ver en la guerra civil, y desde antes, en la II República con incidentes desde el principio.

Creemos que es hasta cierto punto lógico que a los que simpatizan con el otro bando contendiente no les guste el Valle de los Caídos porque está construido desde el punto de vista de la mentalidad del bando nacional, más si no se tiene la creencia cristiana en la Cruz, sin embargo la idea del Valle influyo positivamente en la mentalidad de los vencedores, mayoritariamente creyentes.

Sobre la represión en la postguerra, alguien dijo en la tertulia algo como que que los excesos se dan mientras dura una guerra en los dos bandos, pero no se justifican cuando ésta ya ha acabado. Cualquier persona sensata rechaza las guerras, y por desgracia las heridas y la inercia de la violencia de éstas no se pasan de un día para otro. Cuando en 1945 los alemanes se rindieron a los aliados, éstos no los mandaron al día siguiente a casa una vez desarmados a teóricamente reanudar sus vidas, si lo hubieran hecho no hubieran dormido tranquilos por temor a que se reorganizasen por ejemplo.

Al principio de plantearse la Memoria histórica se decía que sólo se quería hacer justicia a la represión padecida por el bando republicano, porque la represión padecida por el bando nacional ya había sido reparada en el franquismo, de ahí los homenajes y placas que se han ido poniendo estos años. Pero se estaba reconociendo que una parte de las condenas en la postguerra habían sido a personas acusadas de crímenes, y que muchos de los que padecieron cárcel tras la guerra fue por ese motivo y no sólo por ideas políticas. Como ha comentado Pío Moa con datos, la represión tras la Guerra Mundial fue tanto ó más dura que la del franquismo, y si se miran las estadísticas una vez pasados los efectos de la guerra luego hubo poca población reclusa, en los años 60 y principios de los 70, había una media entre 10.000 y 15.000 presos en las cárceles, mientras que en 2011 había algo más de 70.000.

http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do?td=128786&L=0

Y los detenidos tras la guerra no lo estuvieron en general mucho tiempo porque 1945 había en las cárceles españolas los mismos presos que en 1998.

http://books.google.es/books?id=PTkf5Sh0Ay8C&pg=PA1023&lpg=PA1023&dq=estad%C3%ADstica+población+reclusa+1986&source=bl&ots=VGxb-Vbbei&sig=sWB-oH626ijllnGytvWHo-oCQ1k&hl=es&sa=X&ei=rCVDUYf2Boiv7AahtYCIBw&ved=0CDcQ6AEwAg#v=onepage&q=estad%C3%ADstica%20población%20reclusa%201986&f=false

La doctrina Parot de la que se esta hablando estos días se estableció en 2006 para en casos de delitos graves limitar los beneficios penitenciarios establecidos de el Código Penal de 1973, promovido en el franquismo. Es cierto que había pena de muerte pero una vez pasados los efectos de la guerra se aplicó contadas veces y ahora la hay en EE.UU y Japón.

Hacia el final de la tertulia alguien comentó que si condenamos que haya presos políticos en Cuba tenemos que condenar a los que hubo durante el franquismo.

Aparentemente debería ser así según los esquemas actuales. Pero creemos que hay que profundizar sobre el tema y que no se debería tratar tanto de las limitaciones desde el punto de vista de los esquemas actuales sino de las limitaciones según el orden que creemos verdadero.

Casi todo el mundo estaría de acuerdo que la libertad es algo bueno pero que no puede ser ilimitado, si no, se tendría derecho en nombre de la libertad individual a defender por ejemplo el exterminio de una minoría ó a defender la pederastia, bastaría que estas ideas surgiesen libremente de la mentalidad de alguien. La mentalidad actual que defiende una libertad en principio sin límites decide limitar algunas cosas por el método ensayo-error, así por ejemplo el nacional-socialismo se limita después de probar sus consecuencias, sin embargo sus ideas que hoy se consideran equivocadas ya lo estaban cuando se formulaban ideológicamente en Mein kampf, sin embargo en nombre de la libertad de expresión se permitió extenderlas.

Y cabría preguntar, si se pueden limitar extender ideas sobre una raza superior, ¿no se puede limitar por ejemplo extender la idea del aborto como derecho porque se trata de un crimen?, y si el aborto es consecuencia de unas ideologías que lo promueven, ¿se pueden limitar éstas?.

Es comprensible que quienes defienden hoy unas ideologías que el franquismo limitó estén en contra de éste, pero creemos que ese régimen que limito políticamente a algunos no debería ser sólo juzgado por el hecho en sí de limitar según la mentalidad actual, sino por qué cosas limitó y qué cosas favoreció, y si hacerlo fue beneficioso ó no de forma global a la sociedad y al bien común. Partiendo de que se trata de un tema opinable creemos que se pueden juzgar las consecuencias de esa situación y compararlas con los problemas reales que hoy tenemos, baja natalidad, abortos, crisis del sistema de protección social y de la familia, burbuja económica, secularización....

No decimos que haya que recuperar hoy un régimen semejante al franquismo porque es un modelo que surgió en una situación (de crisis) concreta y hay que tener en cuenta que la mentalidad dominante en casi todo el mundo es relativista, pero creemos que eso no cambia intentar hacer un juicio más justo de esa época.





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