Manifiesto de un grupo de cristianos de Tarragona ante la situación política en Cataluña.


Dice el manifiesto;

"En Cataluña, el Estado ha aplicado unas leyes que van contra el derecho a decidir el futuro de nuestra Nación, un derecho reclamado pacíficamente por el 80% de la población con un movimiento transversal, muy activo desde el 2010, dialogante y deseoso de pactar, siempre pacífico y nunca violento, nacido en medio del pueblo, emergente desde las bases y recogido por entidades, instituciones y gobierno. La historia de Cataluña nos muestra que el poder del Estado ha actuado muchas veces contra nuestra lengua, nuestra cultura y nuestras instituciones. Y estos últimos meses el Estado intenta, por todos los medios, ahogar aquel movimiento".


Cataluña no es una nación aunque así lo sientan algunas personas, no lo es por la historia, siempre ha formado parte del proyecto de España, con sus ventajas y desventajas. No se pueden tener en cuenta agravios sin tener en cuenta también lo bueno que le ha aportado estar dentro de una nación más grande. De ahí que se tenga la sensación que esa parcialidad es fruto de unas ideas que quieren llegar a un fin determinado falseando muchas veces la verdad, que de una análisis sincero de la historia. Y aquí el fin parece que justifica el medio.

No es el caso de por ejemplo Irlanda con respecto a Inglaterra, la primera siempre fue tratada como una colonia, y se dice que hay más irlandeses emigrantes que habitantes en la isla. Al contrario Cataluña ha sido una región muy desarrollada, y la industria catalana no se hubiera desarrollado de la misma manera sin tener abierto el mercado del resto de España.

El independentismo se acentúa con la crisis económica, porque desde las clases dirigentes fomentan la idea de que una Cataluña independiente tendría mejor nivel de vida, al poder administrar los impuestos que tiene que ceder al resto de regiones. Se dice que es un movimiento pacífico y dialogante, pero hay violencia que no es física y manipular las bajas pasiones con que lo que dan al resto de comunidades se lo quitan de estado del bienestar, también es violencia. Si se analiza en el fondo lo que ha desencadenado este movimiento ha sido interés egoísta, y eso pensamos no es cristiano.

También es violencia la persecución del castellano, poniéndole obstáculos en las escuelas, multando por rotular comercios, etc. Si hablamos de justicia como cristianos, también habría que tener en cuenta esas discriminaciones injustas a parte de la población. Los independentistas argumentan que los niños siguen sabiendo hablar español, pero aunque fuese verdad esa no es la cuestión, la cuestión es que éstos tienen derecho a que se respete su lengua materna en la escuela. Sino la reclamación de derechos es siempre unidireccional, pero se ha usado la lengua para acentuar diferencias y cuando se ha conseguido extender entonces reclamar una llamada identidad nacional. ¿Qué dirían si fuese al revés y se limitara el catalán en la escuela y se dijera que los niños catalanes siguen hablando el catalán en su casa?.

Y también es violencia hacía los propios catalanes que los políticos independentistas no les hayan dicho la verdad sobre las consecuencias lógicas que iba a tener el llamado "proceso".

Visto desde fuera, algunos pensamos que los mismos independentistas se podrían plantear si los dirigentes que han llegado a esta situación han actuado mal. Los dirigentes independentistas han ido avanzado y avanzando, afirmando y dando por verdaderas cosas que al menos ofrecían dudas, ó un político responsable y con seny como dice allí, se podría haber planteado. Se decía por ejemplo que una Cataluña independiente iba a ser más próspera y rica económicamente, sin haberse planteado corroborarlo, y luego se ha visto que como consecuencia de la interrelación con el resto de España muchas empresas se han tenido que marchar. ¡Pero eso ya se sabía que iba a ocurrir!. Pero es más fácil vender algo idílico que las dificultades de las situaciones reales, seguramente si le hubieran dicho toda la verdad al pueblo catalán sobre las consecuencias de una independencia, el independentismo hubiera tenido menos seguidores.

Y hasta con el futbol, se afirmaba que el Barsa iba a seguir jugando en la liga española sin haberlo corroborado, también como un acto de la voluntad, y desde fuera se veía con asombro que se quisiera una separación con España para unas cosas y no para otras (!). Lo en nuestra opinión muestra que en el fondo importa más lo que interesa. Y no decimos que no exista una identidad cultural catalana, pero en unión con el resto de España.

Y parecido ocurre con la reacción del estado, en ningún país del mundo salvo un estado fallido se hubiera permitido una DIU, y era de esperar que el estado actuara. Que unos políticos no previeran consecuencias por lo que desencadenaban es también voluntarismo. Ni siquiera en el Reino Unido, cuando Irlanda se quiso separar, y eso que era más bien una colonia, hubo un largo conflicto y de ahí surgió el IRA.

Según datos del Centro de Estudios de Opinión, en 2005 sólo el 13% de los catalanes querían un estado independiente y en 2011 era del 25%, no es creíble que una teórica identidad de nación haya surgido en menos de 10 años, frente a más de 500 años de convivencia en común. Creemos que ha sucedido porque se ha sido sembrado desde arriba por políticos que tenían precisamente como intención previa conseguir la independencia, aprovechando los medios que dirigir la autonomía les proporcionaba, y las consecuencias de los recortes por la crisis. Por eso entre otras razones una Cataluña independiente no ha sido reconocida por otras naciones, imaginamos que preveen el caos que supondría que cundiera el ejemplo y con argucias políticos en toda Europa exacerbaran la opinión de la gente para intentar conseguir lo mismo.






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