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Cuando la objeción de conciencia es contrarevolucionaria
En la película «Doctor Zhivago» hay una escena en la que los protagonistas se disponen a entrar en su casa de campo incautada por el comité local y un antiguo sirviente les advierte, "no lo hagan a eso le llaman contrarevolución". En medio de la historia de la película puede ser un ejemplo de cómo lo público guiado por lo que cree "una misión" de interés general interviene y sustrae el ámbito de lo privado.
Intentar negar la objeción de conciencia a las iniciativas de la política es interferir en el ámbito de lo privado. ¿Quién ha sido hasta hace poco más partidario de la objeción de conciencia que la izquierda? todos recordamos el movimiento contra el servicio militar de los años ochenta, ahora a los socialistas les cuesta admitir la objeción cuando se siente seguros de sus medidas. Negar por ejemplo la objeción de conciencia de los médicos con el aborto supone intentar forzar las intimas convicciones de unas personas aunque estén apoyadas por una mayoría parlamentaria, las mayorías no puede cambiar lo que pensamos y sentimos sobre temas que consideramos sensibles. Si la ley llegase a quebrantar estas convicciones personales ¿dónde quedaría la verdadera libertad?
Cuando la objeción de conciencia es contrarevolucionaria
En la película «Doctor Zhivago» hay una escena en la que los protagonistas se disponen a entrar en su casa de campo incautada por el comité local y un antiguo sirviente les advierte, "no lo hagan a eso le llaman contrarevolución". En medio de la historia de la película puede ser un ejemplo de cómo lo público guiado por lo que cree "una misión" de interés general interviene y sustrae el ámbito de lo privado.
Intentar negar la objeción de conciencia a las iniciativas de la política es interferir en el ámbito de lo privado. ¿Quién ha sido hasta hace poco más partidario de la objeción de conciencia que la izquierda? todos recordamos el movimiento contra el servicio militar de los años ochenta, ahora a los socialistas les cuesta admitir la objeción cuando se siente seguros de sus medidas. Negar por ejemplo la objeción de conciencia de los médicos con el aborto supone intentar forzar las intimas convicciones de unas personas aunque estén apoyadas por una mayoría parlamentaria, las mayorías no puede cambiar lo que pensamos y sentimos sobre temas que consideramos sensibles. Si la ley llegase a quebrantar estas convicciones personales ¿dónde quedaría la verdadera libertad?
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