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Si nos acaban imponiendo el laicismo en la vida pública es porque los católicos españoles queremos.

Porque somos mayoría. Es una de las paradojas de este país que en las encuestas del CIS, 3 de cada 4 españoles se declaren católicos y tengamos unos gobernantes que desean desterrar los símbolos religiosos de la vida pública. Bien es verdad que puede haber católicos que contagiados de laicismo quieran una sociedad aséptica en cuanto a religión, pero también es cierto que a muchos ateos declarados no les molestan e incluso apoyan los símbolos religiosos porque comprenden su importancia cultural.
Un 80% de los padres en educación primaria elige para sus hijos la clase de religión, curiosamente el porcentaje ha aumentado porque la mayoría de los padres inmigrantes también la piden. ¿A este porcentaje de padres les puede parecer una imposición que el crucifijo esté presente en la escuela ?
Quien impone más a quien...¿el porcentaje mayoritario de españoles que dicen tener ideas religiosas o la minoría que reclama la desaparición de los símbolos religiosos?, ¿quienes quieren mantener una tradición cultural milenaria o quién pretende sustituirla por la nada o en el fondo por su ideología laicista?...porque de lo que se trata es de borrar algo que ha estado presente en nuestra cultura durante siglos, quienes vienen a alterar el orden de las cosas son los laicistas, no son los cristianos los que vienen a poner algo donde antes no estaba. ¿Hay menos libertad en la enseñanza ahora que la que pueda haber cuando se destierre el crucifijo? ¿en España un niño no-cristiano es menos libre porque sea festivo la Navidad o la Semana Santa?
Algunos medios laicistas nos dicen que si queremos defender la presencia del crucifijo en la escuela nos presentemos a unas elecciones y gobernemos, como si por ejemplo, los sindicatos no pudieran opinar de las políticas del gobierno cuando afectan a los trabajadores porque no se presentan a elecciones. Pero dando la vuelta al argumento de los medios laicistas se podría decir que ningún político que quiera quitar los símbolos religiosos de la vida pública debería gobernar con el voto de los que se declaran católicos y quieren que el crucifijo siga estando presente. O que ningún católico debería votar a quién ponga en cuestión que el día de la Inmaculada sea fiesta laboral como ha hecho la consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna.
A los políticos laicistas que les voten sólo los que quieran una sociedad sin tradición cultural cristiana. Los católicos no deben apoyarles, negarles el voto es la mejor forma de defender el crucifijo y los demás signos externos de la religión.
Si nos acaban imponiendo el laicismo en la vida pública es porque los católicos españoles queremos.

Porque somos mayoría. Es una de las paradojas de este país que en las encuestas del CIS, 3 de cada 4 españoles se declaren católicos y tengamos unos gobernantes que desean desterrar los símbolos religiosos de la vida pública. Bien es verdad que puede haber católicos que contagiados de laicismo quieran una sociedad aséptica en cuanto a religión, pero también es cierto que a muchos ateos declarados no les molestan e incluso apoyan los símbolos religiosos porque comprenden su importancia cultural.
Un 80% de los padres en educación primaria elige para sus hijos la clase de religión, curiosamente el porcentaje ha aumentado porque la mayoría de los padres inmigrantes también la piden. ¿A este porcentaje de padres les puede parecer una imposición que el crucifijo esté presente en la escuela ?
Quien impone más a quien...¿el porcentaje mayoritario de españoles que dicen tener ideas religiosas o la minoría que reclama la desaparición de los símbolos religiosos?, ¿quienes quieren mantener una tradición cultural milenaria o quién pretende sustituirla por la nada o en el fondo por su ideología laicista?...porque de lo que se trata es de borrar algo que ha estado presente en nuestra cultura durante siglos, quienes vienen a alterar el orden de las cosas son los laicistas, no son los cristianos los que vienen a poner algo donde antes no estaba. ¿Hay menos libertad en la enseñanza ahora que la que pueda haber cuando se destierre el crucifijo? ¿en España un niño no-cristiano es menos libre porque sea festivo la Navidad o la Semana Santa?
Algunos medios laicistas nos dicen que si queremos defender la presencia del crucifijo en la escuela nos presentemos a unas elecciones y gobernemos, como si por ejemplo, los sindicatos no pudieran opinar de las políticas del gobierno cuando afectan a los trabajadores porque no se presentan a elecciones. Pero dando la vuelta al argumento de los medios laicistas se podría decir que ningún político que quiera quitar los símbolos religiosos de la vida pública debería gobernar con el voto de los que se declaran católicos y quieren que el crucifijo siga estando presente. O que ningún católico debería votar a quién ponga en cuestión que el día de la Inmaculada sea fiesta laboral como ha hecho la consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna.
A los políticos laicistas que les voten sólo los que quieran una sociedad sin tradición cultural cristiana. Los católicos no deben apoyarles, negarles el voto es la mejor forma de defender el crucifijo y los demás signos externos de la religión.
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Andrés Marín de Pedro.