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El Nuevo Testamento, según el fotógrafo Fernando Bayona o la mediocridad de la provocación.
De este "artista" seguramente no volveremos a oír hablar pasado su "momento de gloria" de aparecer en los medios. La táctica de buscar la mayor provocación posible sin pararse a pensar en el daño que se hace para llamar la atención, es muestra de mediocridad y de una triste personalidad. ¿Tan poca confianza tienen en sí mismos como "artistas" toda esta suerte de ridiculizadores del cristianismo que surgen cada cierto tiempo por todo nuestro territorio? ¿o es la ambición que les ciega y ven tan fácil conseguir notoriedad de un día para otro sin tener que esforzarse trabajando, y siempre encuentran algún "ente público" que les subvencione?
Pasado su momento de gloria este "artista" como otros tantos provocadores pasarán al anonimato, quizás realizando su profesión de forma anodina y buscando siempre la subvención. Porque no seguirá encontrando notoriedad con provocaciones gratuitas a la religión católica y ¿dónde va ha encontrar un colectivo que a las provocaciones no responda con la misma moneda, haciendo daño?, que pruebe sin ir más lejos a ofender al colectivo de los homosexuales, verá lo poco que tarda en tener una querella en su mesa y el descrédito en todos los medios.
En el blog del fotógrafo-autor alguien ha dejado escrito que los que protestamos por la exposición-blasfema nos ofendemos porque nos sentimos como personas, "superiores" a los homosexuales, prostitutas y camellos... como contestamos a este comentario y nuestro comentario ha sido borrado (censurado) por el administrador del blog lo reproducimos aquí:
Amigo Relats Impropis:
Una prostituta, camello o gay, son personas y por el hecho de ser personas merecen nuestro respeto, pero su situación personal no compagina con lo que para el cristianismo es la ideal en la que debería estar una persona, el autor lo sabe y por eso lo utilizar para provocar... ¿para usted y el autor ser prostituta o un camello traficante son situaciones positivas, tal como ser comercial o camarero?.
Al igual que el autor de las fotos ofensivas y usted, los católicos tienen derecho a pensar lo que les parezca, la cuestión es de respeto y de provocar situaciones en las que se representa a una forma de pensar asociándolo con lo antagónico de lo que ésta forma de pensar sabemos que cree. O sea hacer burla de esa forma de pensar... es como si a un político socialista (por ejemplo y sin ánimo de ofender) le representan como a un terrateniente al que un jornalero le besa las botas o a una señora que se dedica a luchar contra la violencia de género, la representan facilitando un látigo a un varón que va a azotar a su mujer amordazada. Y dice el autor, ¡ah!, es arte y libertad de expresión....y el terrateniente y el maltratador, ¡son personas!
La diferencia entre libertad de expresión y ofender gratuitamente y compaginar libertad de expresión y respeto.
El Nuevo Testamento, según el fotógrafo Fernando Bayona o la mediocridad de la provocación.
De este "artista" seguramente no volveremos a oír hablar pasado su "momento de gloria" de aparecer en los medios. La táctica de buscar la mayor provocación posible sin pararse a pensar en el daño que se hace para llamar la atención, es muestra de mediocridad y de una triste personalidad. ¿Tan poca confianza tienen en sí mismos como "artistas" toda esta suerte de ridiculizadores del cristianismo que surgen cada cierto tiempo por todo nuestro territorio? ¿o es la ambición que les ciega y ven tan fácil conseguir notoriedad de un día para otro sin tener que esforzarse trabajando, y siempre encuentran algún "ente público" que les subvencione?
Pasado su momento de gloria este "artista" como otros tantos provocadores pasarán al anonimato, quizás realizando su profesión de forma anodina y buscando siempre la subvención. Porque no seguirá encontrando notoriedad con provocaciones gratuitas a la religión católica y ¿dónde va ha encontrar un colectivo que a las provocaciones no responda con la misma moneda, haciendo daño?, que pruebe sin ir más lejos a ofender al colectivo de los homosexuales, verá lo poco que tarda en tener una querella en su mesa y el descrédito en todos los medios.
En el blog del fotógrafo-autor alguien ha dejado escrito que los que protestamos por la exposición-blasfema nos ofendemos porque nos sentimos como personas, "superiores" a los homosexuales, prostitutas y camellos... como contestamos a este comentario y nuestro comentario ha sido borrado (censurado) por el administrador del blog lo reproducimos aquí:
Amigo Relats Impropis:
Una prostituta, camello o gay, son personas y por el hecho de ser personas merecen nuestro respeto, pero su situación personal no compagina con lo que para el cristianismo es la ideal en la que debería estar una persona, el autor lo sabe y por eso lo utilizar para provocar... ¿para usted y el autor ser prostituta o un camello traficante son situaciones positivas, tal como ser comercial o camarero?.
Al igual que el autor de las fotos ofensivas y usted, los católicos tienen derecho a pensar lo que les parezca, la cuestión es de respeto y de provocar situaciones en las que se representa a una forma de pensar asociándolo con lo antagónico de lo que ésta forma de pensar sabemos que cree. O sea hacer burla de esa forma de pensar... es como si a un político socialista (por ejemplo y sin ánimo de ofender) le representan como a un terrateniente al que un jornalero le besa las botas o a una señora que se dedica a luchar contra la violencia de género, la representan facilitando un látigo a un varón que va a azotar a su mujer amordazada. Y dice el autor, ¡ah!, es arte y libertad de expresión....y el terrateniente y el maltratador, ¡son personas!
La diferencia entre libertad de expresión y ofender gratuitamente y compaginar libertad de expresión y respeto.
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