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Intereconomía



Ayer fue el día que el (los) ganador del concurso "el candidato" iba a participar en la exitosa tertulia diaria "el gato al agua", de lo que pude ver fue un frontón entre las críticas de Blas Piñar (nieto) a algunos aspectos de la Constitución actual y de la transición y la defensa de estas dos cuestiones por todos los demás contertulios contra él.

Que se pueden criticar estas dos cuestiones es algo evidente, hay muchas cosas que funcionan mal, y echar la culpa de sus defectos a los abusos de la ley como hacen sus defensores no se sostiene mucho, cuando en este supuesto mal uso han colaborado todos los partidos con representación. Más bien parece que es el propio sistema el que funciona mal porque está mal planeado de inicio.

¿Porqué? porque no existe una ley u orientación objetiva que se pueda esgrimir como un límite u orientación en un sistema liberal-democrático como el nuestro.

Lo único que se puede hacer es plantear desde el punto de vista de uno mismo cómo debería ser por ejemplo la "regeneración" de la política, pero como no existe una ley objetiva que obligue al sistema, esa idea de por ejemplo lo que debería ser la "regeneración" es sólo la propia de uno mismo o del grupo de uno mismo, y un progresista, un nacionalista o un antisistema tendrán su propia idea de "regeneración" y para el sistema liberal-democrático tanto valen unas como las otras, porque se trata de "ideas". E intentar imponer como única válida la propia idea de algo en la política se consideraría dictatorial.

En la tertulia comentaba Carlos Dávila, director de la gaceta, como defensa que gracias a la Constitución actual y al régimen nacido de la transición hoy podemos discrepar libremente personas de distintas ideas, y es cierto. Pero también es cierto que gracias a la Constitución actual y al régimen nacido de la transición se cometen miles de asesinatos legales con el aborto (según el TC cabe en la constitución el aborto por minusvalía), se ha equiparado la unión de dos personas del mismo sexo al matrimonio tradicional y están dando a los hijos de los españoles educación "libre-sexual". Y estas prácticas son consecuencia de la libertad de ideas que este sistema pone en primer lugar. Pero no podemos fomentar la libertad de ideas y que la soberanía está sólo en las elecciones, y luego escandalizarnos de sus consecuencias. En nuestro sistema liberal-democrático, está implícito que cualquier cosa sea posible si se consigue ganar unas elecciones y Zapatero es un ejemplo de hasta dónde se puede llegar.

En nuestro sistema, se puede discrepar, pero no deberíamos poder rebasar unos límites objetivos, pero unos límites objetivos y la democracia-liberal tal como la conocemos son inconpatibles.

Y que este sistema pone en primer lugar la libertad de ideas se nota en muchos comentarios cuando para poner un ejemplo de lo peor se usa a Franco. Un político que promueve el asesinato troceando a miles niños con el aborto merece un trato de respeto, pero un dictador que no permitía la libertad de ideas es lo más abyecto, aunque durante el franquismo no era legal asesinar a los hijos no-nacidos, ni siquiera a los que padecían síndrome down o eran consecuencia de una violación, ni por supuesto el estado colaboraba, ni ponía medios en ello.

Creo que era Donoso Cortés quién les decía a los liberales del siglo XIX que ponían "tronos a las premisa y cadalsos a las conclusiones". Las premisas es promover la libertad y pluralidad de ideas sin límite y las conclusiones son a veces ideas sensatas y razonables y otras ideas disparatadas o aberrantes, pero ambas consecuencia de la misma libertad "liberal". En un documental sobre unos judíos rusos que habían sido partisanos contra los nazis, un descendiente de estos judíos comentaba que cosas como el nazismo nacían siempre de la forma más inocente, se empieza escribiendo un libro... así nació también el marxismo... y el derecho al aborto.

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