La primacía de la ley según César Vidal


Dice vidal, «El dilema que se planteaba era si el criterio que marcara la conducta debía estar en el sometimiento a la ley o, por el contrario, a la institución (la Iglesia Católica) que establecía sin control superior lo que dice una ley a la que hay que someterse. Sadoleto defendía el segundo criterio mientras que Calvino apoyaba el primero. Para Calvino, era obvio que la ley –en este caso, la Biblia– tenía primacía y, por lo tanto, si una persona o institución se apartaba de ella carecía de legitimidad. El cardenal Sadoleto, por el contrario, defendía que era la institución la que decidía cómo se aplicaba esa ley y que apartarse de la obediencia a la institución era extraordinariamente grave. La Reforma optó por la primera visión, mientras que en las naciones donde se afianzó la Contrarreforma se mantuvo un principio diferente, el que establecía no sólo que no todos no eran iguales ante la ley sino que, por añadidura, había sectores sociales no sometidos a la ley. Se creaba así una cultura de la excepción justificada».

«Se trata más bien del hecho de que se aceptara que sectores importantes de la población –fundamentalmente, la iglesia católica y la monarquía– no estuvieran sometidos a la ley».

«La Reforma había introducido en las mentes y los corazones de las personas un principio fundamental que no era otro que el de juzgar las acciones y las enseñanzas de todos los hombres a la luz de la Biblia y someter a la primacía de la ley –y no de una institución– los actos».



El texto de Vidal es en general bastante maniqueo y afirma por ejemplo que la línea propia de la Reforma fue el respeto a la libertad de expresión y de culto y hace referencia en varias ocasiones a los protestantes perseguidos por los católicos sin hablar de los católicos que quedaron en "los países reformados" y fueron perseguidos (y a veces exterminados) por no unirse a la reforma. Ya que en su escrito hace referencia a los puritanos ingleses ¿para qué recordar a Tomas Moro, a las persecuciones de Isabel I de inglaterra y de Cronwell...?.

Vidal parte de una premisa falsa; que sólo de la libre interpretación de la ley, la Biblia, puede nacer la verdadera interpretación de ésta. Pero si fuese así se deduciría que de la libre interpretación del Código Penal saldría la verdadera interpretación de la ley española, bastaría argumentar que la institución que la interpreta, la judicatura está deslegitimada. Pero como es un absurdo, cuando se piensa por ejemplo que la justicia en España está mal por politizada la gente sensata no se plantea que haya que prescindir del poder judicial, sino que hay que reformarlo para cambiar lo que estaba mal.

Y fue que lo se hizo en la "Contrareforma".

Porque además Cesar Vidal incurre en el error de algunos protestantes, interpretar la Biblia escogiendo la parte que se adecua a lo que se quiere omitiendo lo que pueda contradecirnos. Y la Biblia hay que aceptarla completa, si se es selectivo con una parte del mensaje y se desestima otra parte, el mensaje se desvirtúa.

Al seleccionar partes de la Biblia los protestantes suelen omitir la frase que le dijo Jesús a Pedro; "Tu eres pedro y sobre esta roca edificare mi iglesia", Jesús sabía que Pedro iba a fallar y le iba a negar tres veces antes de encomendarle esa misión, que es como decir que la Iglesia no iba ser santa todo el tiempo porque sabía que la dejaba en manos de hombres con debilidades. Pero no hay un mensaje de Jesús diciéndonos que si creemos en algún momento de la historia que la Iglesia que Él ha fundado está deslegitimada según nuestro criterio, podemos a partir de ese momento interpretar libremente las Escrituras.

Si proponemos la primacía de la ley tiene que ser aceptando la ley tal cual es sin quitarle nada. Y la ley dice que Jesús fundo su Iglesia sobre la cátedra de Pedro, no sobre la libre interpretación de cada uno.

No se puede hacer una defensa de la primacía de la ley, partiendo de incumplir la ley porque hemos desechado la parte de la ley que no se aviene a lo que nosotros queremos. Tanto critica Vidal a España por no cumplir la ley en general, y nunca los españoles hemos puesto en cuestión la primacía de la autoridad en la que Jesús fundó su Iglesia.

Una muestra que de la libre interpretación de la La Biblia no nació el verdadero seguimiento de la ley fue que las naciones dónde ésta triunfo luego han sido la vanguardia de medidas que han venido a cambiar para mal el orden de valores de la tradición cristiana; el progresismo cultural. Y sus puntas de lanza han sido Holanda, Inglaterra, en cierto modo EEUU, la Francia pos-revolucionaria... mientras que los países fieles al catolicismo aunque contagiados del progresismo cultural se han mantenido más tiempo fieles a los valores cristianos, con casos ejemplares como Irlanda, Malta, Hungría, Polonia....

No creemos que sea para presumir que de la interpretación individual de la ley se haya encontrado el verdadero cristianismo si en las naciones dónde esta idea se ha mantenido más tiempo son las más descristianizadas. Si nos atenemos a los frutos en cuanto a la religión, de la interpretación libre de la ley no sólo no ha salido un cristianismo mejor, sino que ha surgido más la descreencia práctica en la vida personal y en la vida pública. Vidal puede hacer como hacen los no-creyentes y valorar el éxito de las cosas sólo según los logros materiales como el nivel de vida ó los logros científicos, pero un creyente no puede dejar de valorar también cosas como la pérdida de los valores morales en la sociedad. Vivimos en una sociedad rica materialmente pero que es nihilista en la práctica y vive como si Dios no existiese.

Porque de la libre interpretación puede salir cualquier interpretación influida por los tiempos en que se vive, porque al interpretar la ley individualmente se está más sometido a las influencias del ambiente que si se es una institución. Al hombre le resulta difícil sustraerse de la influencia del ambiente y quién dice que puede por sí sólo interpretar la ley, es porque le concede una cualidad que el hombre no tiene; que el hombre por sí sólo lo puede todo.

Se puede decir que de la libre interpretación de la ley, nació a la larga el relativismo en las costumbres y la crisis de valores que padecemos, afectando incluido a una parte importante de clérigos de "la reforma" que antes eran puritanos y ahora son progresistas.

Se supone que para quién defiende esta idea con coherencia es igual de válida la interpretación que hacían de la ley los puritanos de los primeros tiempos que la que los clérigos anglicanos progresistas actuales. Pero si estas dos posturas salen según Vidal de la única forma acertada de ser cristiano; la libre interpretación de la ley ¿cómo pueden ser tan antagónicas entre sí y proponer cosas tan ditintas?. Si decidimos que la forma actual del anglicanismo progresista no es la correcta, ¿con qué autoridad se lo decimos si el anglicanismo quizás por mayoría ha decidido que sí lo es¡?... del mismo modo que el mundo protestante según Vidal critico mayoritariamente a Lutero por escribir contra los judíos...

Sin una autoridad que interprete la ley promoviendo que cada cual la interprete, más tarde ó más temprano surge el desbarajuste y es un hecho y una prueba de que el anglicanismo progresista se ha alejado mucho de la ley al interpretarla libremente.

En la sociedades antes cristianas tenemos que se falla en los principios fundamentales al haber introducido la libre interpretación de la ley y se es rigorista con la normas que regulan la vida cotidiana. No se puede comprar bebidas alcohólicas después de las 10 de forma rigurosa en teoría para limitar el botellón de los jóvenes y se les induce continuamente a la práctica de la sexualidad sin compromiso y si ocurre un embarazo no deseado se les ofrece el aborto.

Y esto ocurre a nivel de sociedad en los países de la "reforma" y en los países católicos que estamos imitando su estilo de sociedad. Ser relativista con los principios que deben regir una sociedad y sin embargo exigir rigorismo con las normas cotidianas, quizás porque el hombre necesita de una base normativa sobre la que apoyarse y si se ha suprimido una referencia a principios básicos, se da un efecto que consiste en regular en exceso la vida cotidiana, ó ser rigorista en el cumplimiento de las normas. Porque al quitar los límites morales superiores hay que organizar la sociedad con continuas pequeñas medidas porque sin normas no puede existir sociedad.

El relativismo con que se ha tratado los valores superiores, se ha convertido casi en fundamentalismo en la exigencia de las normas aprobadas por los parlamentos y se da el caso de políticos que le dicen a los católicos que no pueden poner en cuestión determinadas medidas suyas que les afectan, porque sólo el parlamento hace las normas.

En la tradición católica se mantenían unos principios que no cambiaban por la libre interpretación, sino que eran siempre los mismos y al mismo tiempo se dejaba bastante libertad real individual, no se era rigorista con el cumplimiento de las normas y se tendía a la caridad con los que habían fallado. Porque a ser benévolos con los que habían fallado en el cumplimiento de las normas no se ponía en peligro la integridad de los valores de la sociedad al estar fundados en un principios que eran firmes y no mudables.

Tendríamos dos modelos de sociedad; la "reformada" en la que los principios de la ley se han dejado a la libre interpretación y se exige un cumplimiento rigorista de las normas cotidianas y tendríamos la sociedad católica, en la que se mantienen unos principios que no están sujetos a la libre interpretación y se es tolerante y flexible con los fallos en el cumplimiento de las normas cotidianas.

¿Cual es más humana?

Un ejemplo es la sociedad norteamericana, desde la autoridad no se proponen unas normas morales, y se es estricto con quien incumple la ley. Y con ello quien más pierde son las clases desfavorecidas que viven en los suburbios de las grandes ciudades, porque no les enseñan valores desde la autoridad, al contrario el ambiente les enseña consumismo y nihilismo y por ello incumplen las normas más que otros que han podido recibir educación y encima se es estricto aplicándoles la ley.

El ejemplo contrario fue el franquismo con los defectos que se le quieran achacar. Se daban normas morales desde la autoridad, había seguridad en las calles y había seis veces menos presos en las cárceles españolas que ahora.

Como a Cesar Vidal le gusta citar obras literarias, voy citar una de William Shakespeare escrita en la Inglaterra reformada de Isabel I; El mercader de Venecia, creo que es una metáfora contraria a lo que sostiene Vidal, la primacía de la ley. Un empresario le pide dinero prestado a un judío prestamista éste resentido contra quienes le han marginado socialmente, le pide como garantía que si no puede cumplir en el plazo señalado la devolución se comprometa a entregarle una libra de su propia carne de la parte del cuerpo que él elija. Finalmente el empresario no puede reunir el dinero en el plazo fijado para pagar su deuda porque los barcos en los que lo tenía invertido han naufragado, el judío no se apiada de su situación y exige que se cumpla la ley. Llegan a juicio y el abogado del empresario da la razón a Shylock (el prestamista) y admite que éste, por ley, puede cobrarse la libra de carne. El problema está en que sólo puede ser carne y que no se puede derramar ni una sola gota de sangre porque se incumpliría el contrato. Al final el judío desiste de su petición.

Creo que es una metáfora de que exigir el cumplimiento estricto de la ley no siempre puede ser justo ó es difícil que sea justo y que al interpretarla hay que tener en cuenta las situaciones personales y cosas como la caridad. También la obra de Shakespeare refleja un fuerte antisemitismo, no se puede retratar con arquetipos más negativos al judio prestamista, como es una obra de teatro destina al público es de suponer que en la Inglaterra reformada estaba extendido el antisemitismo.

Otra obra contraria a las tesis de Vidal es una película del director de origen irlandés John Ford; Tres padrinos, un western con un fondo religioso. Tres ladrones huyendo de la justicia se adentran en el desierto y encuentran un carromato con una pareja de colonos muertos y un niño recién nacido abandonado y entre los tres consiguen salvarle. Al final sólo queda uno de ellos (John Wayne) y la justicia es benevolente con él. Parece una metáfora del buen ladrón, al que Jesús dijo durante la crucifixión que antes de que acabara el día, estaría con él en el paraíso (no le dijo no importa lo que pienses de mi, vas a cumplir tu condena porque lo ha dicho la ley).

Suponemos que Vidal ha desestimado esta parte del Evangelio cuando critica a monseñor Munilla por sacar a unos presos de la cárcel y levárselos a la JMJ.





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