Avenida de la inteligencia



La inteligencia es un atributo humano que se suele tener al nacer, luego se puede desarrollar ó potenciar, pero en principio nacemos más ó menos inteligentes, nacemos con más ó menos fortaleza física, con más ó menos don de gentes ó más ó menos bien parecidos. Para los que buscan la igualdad como un fin principal pueden valorar que uno de los mayores creadores de desigualdad son las cualidades (ó la carencia de ellas) que tenemos al nacer. Una persona de natural inteligente tendrá más facilidades en la vida que una que lo sea menos, por ejemplo completará sus estudios con más facilidad. Una persona mejor parecida tendrá más puertas abiertas que una persona que lo sea menos y lo mismo una persona más simpática. Decía Garcita Morales en una película de los años 60, que no habría justicia social en el mundo hasta que se repartiera la suerte.

Y en los regímenes que se planteó hacer una igualdad científicamente planificada no funcionaron. Sin embargo hay cosas que pueden hacer más iguales a las personas de forma real y no forzado por la leyes, por ejemplo el esfuerzo, y también que haya un ambiente en el que se pueda desarrollar. Una persona menos inteligente que se esfuerza puede conseguir más cosas que una persona inteligente más indolente. Y por ejemplo en el cine se ve que actores no especialmente agraciados han llegado a lo más alto porque se han esforzado.

Por otra parte a veces las cualidades humanas se pueden usar mal, por ejemplo Al Capone, aunque sin instrucción seguramente era una persona inteligente para llegar desde abajo a lo más alto de la mafia.

Por eso proponemos que en lugar de ponerle una calle a la inteligencia sería mejor ponérsela al esfuerzo, a la constancia, a la perseverancia..., etc, cualidades que dependen más de la actitud humana y no tanto de la suerte.

Pero traemos este tema porque el ayuntamiento de Madrid va a cambiar el nombre de la calle dedicada al general Milllán Astray por la "avenida de la inteligencia". Haciendo referencia al conocido suceso entre este militar y Miguel Unamuno en un acto en la universidad de Salamanca en 1936.

Hugh Thomas lo recogió en su obra La guerra civil española;

"... acabo de oír el necrófilo e insensato grito: “¡Viva la muerte!” Y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían, he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero, desgraciadamente, en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor»".

"... Unamuno continuó: «Éste es el templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaríais algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho»..."


Después del acto Unamuno salió del brazo de la mujer de Franco.

Desde nuestro punto de vista este suceso se ha mal interpretado muchas veces, como si fuera un choque entre la inteligencia y la barbarie. Y para empezar hay que tener en cuenta que Unamuno había apoyado inicialmente el alzamiento, y seguramente tuvo que ver la antipatía mutua que sentían el profesor y el general. Quizás suena extemporáneo que un exaltado grite viva la muerte en una acto de una universidad, pero ya se estaba en plena guerra y no se puede esperar que la forma de actuar y los discursos sean lo mismo que en tiempos de paz, cuando además se estaba en una acto convocado a propósito de estar en guerra, no como un acto por ejemplo docente de la universidad.

Unamuno estando molesto no hubiera podido irse a la zona republicana porque hubiera peligrado su integridad física, como le ocurrió a intelectuales como Ramiro de Maeztu que fue detenido en Madrid. Y aunque despertase antipatías entre algunos, el rector de la universidad de salamanca vivió seguro en la zona nacional.

La cuestión es que se puede estar ó no de acuerdo con una guerra, con una intervención, ó un alzamiento... pero el hecho de ser militar ó formar parte de las fuerza de seguridad conlleva poner en riesgo la integridad física, un ejército ó una policía que en el cumplimiento de su deber no estuvieran dispuestos ha hacerlo no podrían cumplir su misión. Por ejemplo un policía que detiene a un terrorista para que no atente contra personas inocentes para cumplir su misión tiene que arriesgarse a salir dañado, aunque naturalmente no desea eso ocurra.

El grito de ¡Viva la muerte! de La Legión no es que se desee la muerte como una especie de kamikazes, sino que se está dispuesto a poner en riesgo la integridad física por cumplir con un deber, y como La Legión se planteó como un cuerpo para estar en los sitios más difíciles, la mentalidad del cumplimiento del deber se refuerza. Creemos que esto es lo que le hubiera contestado a Unamuno el general Millán Astray en una conversación más sosegada. Quizás hay a veces un defecto en algunas personas que se dedican a trabajos intelectuales y es pensar que sólo existe ese mundo en el que todo se resuelve con ideas, conceptos, debates, buenas intenciones, etc, sin tener en cuenta que el mundo real es más complicado. Y que si pueden vivir en un ambiente seguro es porque hay personas dispuestas a sacrificarse por ello, por eso el ser militar ó policía son profesiones nobles y no unas bandas que abusan de su fuerza.

La fundación de La Legión española fue la obra de una inteligencia adaptada a la realidad de una situación y la prueba es que esta unidad sigue existiendo y se ha demostrado eficaz por ejemplo en la misiones internacionales en las que ha participado nuestro ejército y había más riesgo. También es parte importante de la defensa de nuestro flanco sur, el en principio más amenazado y de las ciudades de Ceuta y Melilla.

La Legión se creo porque a principios del siglo XX Millán Astray se dio cuenta que en las guerras de Marruecos las unidades formadas por reclutamiento eran poco eficaces y provocaban muchas víctimas de soldados de reemplazo, así se propuso crear una fuerza con voluntarios, con un entrenamiento especial muy exigente para acudir a los sitios más difíciles, por eso hay que comprender que la mística de La Legión está adaptada a esa función. Esta misión especial ha tenido que salvar la vida de jóvenes españoles que quizás sirviendo en unidades de reemplazo de la época les habría faltado preparación. Y a la larga, seguramente también de jóvenes africanos porque sin el efecto disuasorio de las unidades militares establecidas en Ceuta y Melilla podría haber hecho que los dirigentes de esa zona cedieran a la tentación de ocupar esas ciudades, alguna vez reclamadas sin razón según la legalidad internacional, desatando un conflicto grave que sin tener en cuenta el resultado final hubiera provocado muchas víctimas.

Pero aún siendo muy exigente el entrenamiento crea unos lazos fuertes entre quienes han sido legionarios, y cualquiera que haya pertenecido a esta unidad aunque hayan pasado años se siente vinculado a ella. También la idea de redimirse sin tener en cuenta la vida anterior de cada uno quizás de delincuencia, como dice su himno;

"Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspire a saber quién soy yo;
mil tragedias, de diversos modos,
que el correr de la vida formó.
Cada uno será lo que quiera,
nada importa su vida anterior,
pero juntos formamos Bandera,
que da a la Legión
el más alto honor".



Como curiosidad, quizás la mejor película sobre la La Legión española la haya hecho un francés; La Bandera (1935), con el personaje de un capitán que parece basado en Millán Astray, lo que demuestra la relevancia que ya tenía este general en los años 30.






Pensamos que Unamuno se equivocó al insultar a Astray sin tener en cuenta las circunstancias. Y luego es sorprendente que se vaya a quitar su nombre a una calle por un incidente de acaloramientos, siendo como es de hecho uno de los militares que más relevancia ha tenido en la historia reciente de nuestras Fuerzas Armadas.

Se puede pensar que si vivimos en paz no son necesarios los ejércitos, pero sin darnos cuenta de que si vivimos en paz es porque hay ejércitos, que cumplen como mínimo una función disuasoria. Puede que llegue un tiempo en que todo el mundo esté pacificado y no haya conflictos ni violencias, pero mientras llega los ejércitos cuidan de nuestras sociedades.

La Legión saca todos los años en procesión en Semana Santa al Cristo de la buena muerte, que es como pedir tener una muerte cristiana. Y aunque sea con distancia intentar emular al crucificado,"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos", Juan 15: 12-14.












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