Decir la verdad suavemente

Este ha sido el tema de la homilía en la misa de una conocida parroquia de Madrid, a propósito de la lectura de hoy sobre la humildad. Y nos ha hecho pensar que quizás nos estamos volviendo un poco protestantes, porque parece que mientras se relativizan las verdades y los principios (a veces parece que los únicos malos posibles son los que los defienden y les llaman rigoristas por ello), se quiere dirigir a las personas en los usos de lo cotidiano, en lo pequeño. Porque lo de hoy ha sido como un manual casi al detalle de como un católico debe hablar de la verdad a otros; con humildad, no intentando imponer nuestra opinión, no queriendo tener la última palabra, y más cosas... en resumen defender la verdad muy suavemente, sin molestar, se venía a decir que si por ello parecemos un poco bobos no importa.

Algunos creemos que lo importante es defender la verdad aunque siempre sea preferible hacerlo de forma caritativa, y como tenemos fallos humanos a veces no lo hagamos todo lo caritativo que fuese necesario. Por contra a veces con mucha suavidad se defienden cosas erróneas que van a perjudicar a las personas, ó por omisión no se denuncian.

Por ejemplo que hay más humildad y amor en los que denuncian leyes como la que va a promocionar la homosexualidad entre los escolares de Madrid, que entre aquellos que van a dejarlo pasar. Porque los primeros se subordinan a una verdad superior a ellos, no es su verdad en el sentido antropocéntrico y además se exponen voluntariamente a ser perseguidos por la cultura dominante, que dicho sea de paso es implacable con los disidentes, pensando en el mal que pueden evitar a otros. Mientras que los que defienden esas leyes ó permanecen callados lo hacen porque se guían más de su propia interpretación de la verdad, porque se evitan conflictos, por un sentido equivocado de la prudencia, etc. Teniendo esto en cuenta, el tono en que se digan las cosas creemos que es algo menor.

Estos días Francisco ha puesto este Tweet;

"La trata de seres humanos, de órganos, el trabajo forzado y la prostitución son esclavitudes modernas y crímenes contra la humanidad".






Nos preguntamos si existe una forma suave de decir esto mismo, si discutiésemos con un defensor de la trata de seres humanos, de órganos, con un explotador laboral y con un proxeneta, ¿deberíamos emplear el manual de discusión que nos orienta a no querer imponer nuestra opinión ni querer tener la última palabra?.

Entonces ¿cuando usar la defensa de la verdad suavemente y cuando la defensa llamando a las cosa por su nombre?. Nosotros creemos que cuando están socialmente asumidas se usa el modo suave y cuando están comúnmente condenadas el modo normal, y si no es así que nos digan en qué ocasiones se usan una y otra. Porque hay ocasiones en que errores socialmente asumidos pueden ser tan perjudiciales como estos casos de los que hablaba Francisco. Porque se supone que no sólo nos importa el mundo material y para el alma tan malo es ser pobre materialmente como serlo por estar en pecado siempre sin siquiera saber que se está. Que es lo que creemos va a pasar a algunos niños a los que les enseñe en la escuela las medidas de la nueva ley LGTB de Madrid, aparte de las cosas que les lleguen por otros lados. Y también a las personas que tengan una inclinación homosexual, quisieran superarla, y esté prohibido que alguien les ayude a ello.

Como el párroco del pueblo de Onda que estos días ha sido polémica por bendecir a una pareja de lesbianas, diciendo en su defensa que ayuda mucho a los necesitados, como si sólo existiese el mundo material y no existiese el alma, el pecado, la otra vida, etc., se puede decir que está bendiciendo el pecado. Decía alguien que si se bendicen cosas y animales ¿porqué no a esa personas por su condición sexual?, y no percibía que esas cosas y animales no eran algo moralmente desordenado en sí mismo, sin embargo una relación de este tipo sí. Es como si una organización para delinquir quisiera ser bendecida como organización, aunque sus miembros siempre tengan las puertas abiertas si quieren cambiar de vida.

En nuestra opinión puede ocurrir también que con esta forma suave y a veces parece que indecisa de defender la verdad, cuando llega un momento en el que hay que decir públicamente que lo que hace este párroco no está bien, parece que el que lo dice viene de marte diciendo cosas extrañísimas, llegan denuncias, etc, y es posible que no diciendo la verdad claramente a tiempo luego la reacción en contra de la cultura dominante sea aún mayor, porque creía que esos temas ya estaban asumidos y superados.

También hay que hacer referencia, en nuestra opinión, a la mala actuación de 13tv, esta semana ha entrevistado de forma amistosa durante más de una hora a la presidenta de la Comunidad de Madrid, y siendo una de los promotores de la ley LGTB no ha sacado el tema. Ese tema se ha evitado sin sacar a la luz sus errores, y esta entrevista servirá para que esa ley se vaya asumiendo entre sus televidentes como algo normal. Porque además esta cadena está inclinada a apoyar al partido de la señora Cifuentes.







Según parece la Comunidad de Madrid ha abierto ya un proceso informativo para plantearse si sanciona a la coach Elena Lorenzo que ofrece ayuda desde su web http://elenalorenzo.com a quien quiere "dejar atrás" la homosexualidad. Parece una contradicción que mientras se puede sancionar a quienes ayudarían a las personas a cumplir más con lo que dice el catecismo sobre la homosexualidad, se apoya a los posibles sancionadores desde medios pertenecientes a la C. E. E.. ¿Qué les podría limitar a los promotores de estas leyes si al final los católicos les siguen apoyando de igual modo?.