Por sus frutos los conoceréis

En nuestra opinión uno de los frutos del protestantismo en las sociedades en las que han influido es el relativismo cultural. No significa que todos los protestantes sean relativistas, pero la misma mentalidad de que no hay una autoridad (la Iglesia por ejemplo) que orienta es la que llevó a ello aunque al principio no fuese una consecuencia deseada. Al principio de la Reforma aún con algún cambio el cuerpo de lo que pensaran los protestantes era herencia de lo recibido, y ha durado tiempo aunque de forma desigual. Pero según se ha ido perdiendo van apareciendo desviaciones cada vez más graves, una muestra son las obispas en Suecia, alguna conocida lesbiana.

Si la Biblia se puede interpretar cada persona puede sacar sus consecuencias, y algunas veces no serán de acuerdo a una búsqueda sincera de la verdad sino de lo que lo que le interese a cada uno, por ejemplo según la inclinación a alguna debilidad, y en teoría todas serán válidas porque salen líbremente de una persona. Aunque hemos llegado a que sea mejor acogida una opinión heterodoxa que una que siga lo que se ha dicho hasta ahora, que es casi la única que no se admite.

Por eso el protestantismo en la época actual ofrece el atractivo de estar más de acuerdo con la cultura dominante, en la que está mal visto defender que hay verdades que no pueden ser cambiadas. En el catolicismo ha habido más resistencia a que se iguale a los llamados nuevos modelos de familia con la familia tradicional, sin embargo las iglesias protestantes han ofrecido menos y en algunos casos lo han asumido. Hay protestantes que están en contra de que se considere a las uniones de homosexuales un matrimonio, pero al mismo tiempo está en la mentalidad de su religión que otros puedan sacar de la Biblia otra interpretación.

Algunos protestantes ponen de ejemplo de desarrollo económico a los países que han tenido esa cultura frente a los países de cultura católica que han tenido menos, un conocido protestante en España dedicó una larga serie de artículos a intentar demostrarlo. Así tenemos que en teoría el protestantismo conlleva más riqueza y menos rigided en las costumbres, justo lo que ahora se desea. Pero sin tener en cuenta que ha sido en general de países protestantes de los que han venido la mayor parte del relativismo cultural que afecta a casi todo occidente. Y que han sido sociedades mayoritariamente católicas las que han ofrecido, y alguna lo siguen haciendo, mayor resistencia; en Europa y América sólo países católicos han puesto resistencia al aborto y al llamado matrimonio homosexual, Irlanda, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Ecuador, República Dominicana, etc. En España se aprobó el aborto 20 años después que en el Reino Unido.

Ahora uno de los problemas de occidente es la crisis demográfica, consecuencia de la revolución sexual a partir de los años 60 y después la ideología de género, algo de lo que ya avisó Pablo VI en la Humanae Vitae. Al final llegó también a los países católicos, pero al menos han sabido que esa era una mentalidad equivocada y siempre pueden recurrir a la verdad. Sin embargo en las sociedades protestantes no existe esa guía que no cambia.

Los países protestantes alcanzaron mayor riqueza, pero también porque de allí salió el concepto de capitalismo que muchas veces se ha criticado, en el que domina el dinero, etc. Si uno se centra sólo en la economía es normal que tenga más desarrollo, pero eso se ha hecho a veces marginando las cuestiones morales en la sociedad como si fuese algo no necesario, y de hecho los únicos malos son los que se acuerdan de ello. Así se es más rico pero en sociedades sin valores como se dice ahora y no es extraño por ello que salgan a luz tantos casos de corrupción, si lo importante es lo material y en nuestras sociedades no se promueve que las personas no se dejen llevar por una inclinación. Y volvemos a lo que decíamos, si no existe una guía que orienta, ¿quién puede decirle a un cristiano que el capitalismo especulativo ó la corrupción no está en el Evangelio?, si él ha sacado su propia consecuencia.

Ahora que está presente acoger a los diferentes, necesitados, etc. también se puede apreciar en la historia la diferencia en general de la colonización. Siendo cristianos, en Sudáfrica, Australia, EE.UU... hubo segregación racial, y en la América hispana con todos sus errores hubo bastante más integración, se legisló para proteger a los indios aunque muchas veces no se cumpliera. Un vez decía alguien, puede que canadiense, que por suerte para ellos fueron los ingleses los que los colonizaron sino serían pobres como sudamérica, pero no se percataba que si los ingleses hubieran colonizado sudamérica y los españoles el norte, los indios, siux, etc. que ahora viven separados en reservas estarían más integrados en la sociedad como ocurre en el sur, porque el desarrollo económico y la eficacia de la gestión, no lo es todo. Si los colonizadores del sur de América no hubieran intentado integrar a los indios que no estaban acostumbrados a la regularidad del trabajo y hubieran sustituido desde el principio a la población sólo por europeos quizás hubieran tenido más desarrollo.

Creemos que las distintas mentalidades tienen consecuencias cuando influyen en las sociedades y es una realidad comprobable, y no es suficiente tener la buena intención de unirse.