"No se puede comparar el aborto con un acto terrorista".

Ha dicho Josep Torrens Portavoz de Església Plural.

La cuestión es si consideramos que el no-nacido es un ser humano. Si hablamos desde la ciencia parece que se trata de un ser vivo distinto a la madre que sólo puede ser de la especie humana, está dentro de la mujer pero no es su cuerpo. Genéticamente es distinto. Se ha podido formar sólo con la colaboración de otro, el padre, el cuerpo de la mujer por sí sólo no ha podido generarlo. Se desarrolla por sí mismo si se le deja hasta el estado de adulto, etc.

Lo cierto es que al menos numéricamente es mucho más grave el aborto, sólo en España se reconocen al rededor de cien mil al año. Y puede que en toda Europa alcancen el millón. ¿Cuantas víctimas del terrorismo ha habido en Europa en un año?, ¿unos centenares?, desde luego son víctimas condenables, pero no hay punto de comparación. ¿Porqué hay esa disparidad de cifras?, porque el aborto está legalizado y se ha asumido socialmente.


Añade Josep Torrens;

"Si quiere hablar de terror hágalo del que impone el sistema económico imperante que, como dice el Papa Francisco, mata. Si quiere hablar de terror hágalo de la situación que se ven obligados a sufrir los inmigrantes y los refugiados que tenemos en nuestras fronteras. Hay un sistema económico que mata, y tiene nombres y apellidos, así como hay una religión que mata el anuncio de un Dios amor, a base de condenas y cargas morales, que a menudo recaen en los más débiles y especialmente en las mujeres".


Imaginen qué ocurría si estos males estuvieran socialmente promovidos, su número se dispararía. Este tipo de argumentos no tienen mucho sentido, porque no se puede dejar de denunciar algo injusto porque haya en teoría otras injusticias. Y volvemos al comentario anterior, numéricamente el aborto elimina en Europa a más seres humanos que todas estas causas juntas.

Si en teoría no vamos a condenar ni poner cargas morales, hagámoslo en todo, pero pensamos que no se puede usar lo de no juzgar para unas cosas sí y otras no.



"Qué cruel es decirle a una mujer violada que está obligada a tener el hijo, sin saber si será capaz de soportarlo. Cómo nos atrevemos a imponer más cargas a las mujeres, que ni usted ni yo, posiblemente, quisiéramos soportar. Jesús también habla de esto, y en términos muy duros".


Ha sido habitual en los defensores del aborto buscar casos extremos, que luego son muy pocos, para justificar su legalización al principio de forma limitada y luego ir ampliándolo. Porque cuando se pierde el principio de que toda vida humana tiene el derecho a la vida se abre la puerta a que el derecho a la vida de los no-nacidos no sea un absoluto y se haga algo relativo.



"Pienso, tal como usted, que el aborto no es un derecho, siempre será un drama y un fracaso humano, pero querré que se respete el sagrado derecho a decidir en conciencia que cada persona tiene, y yo, intentando imitar a Jesús, acompañaré la persona en su decisión, sea cual sea, y le daré soporte, porque, ¿quién soy yo para juzgar?, sólo puedo estar allí, a su lado, y amarla".


Creemos que nadie apelaría al derecho a decidir en conciencia de cada persona si el niño ya hubiera nacido, hay madres que por la razón que sea abandonan a sus hijos en la calle ó incluso en cubos de basura, e imaginamos que lo reprobamos.

En los países donde se ha legalizado, el aborto se ha convertido en la práctica en un método anticonceptivo más, con excepciones de casos extremos. Y también en una eugenesía encubierta, se eliminan a 9 de cada 10 fetos con defectos. Cuanto más ha crecido la renta percápita en nuestro país más ha crecido el número de abortos, lo que muestra que tiene principalmente una causa cultural, el estar siendo asumido como algo normal.