El aborto como un derecho.

Que se considere el aborto un derecho es más grave que se considere un delito despenalizado, en el segundo caso aún existe la intención general de considerarlo algo malo, al hacerlo un derecho se sube un escalón. Y ya dan igual las razones que se den para defender al feto, se quiere que prime el teórico derecho de la mujer a poder librarse de su embarazo.

A veces nos dicen; ¿Quiénes sois para imponer una maternidad a la mujer?, y la respuesta es que la mujer ya es madre, ya lleva dentro de sí un ser distinto a ella que si le da tiempo se desarrollará del todo, sino fuese por ello no se plantearía abortarlo.

Un feto no es un ser vivo indeterminado en camino de convertirse en ser humano, sino que se trata de un ser humano en camino de convertirse en un ser desarrollado del todo. El "ser" ya lo es.

Se suele hablar de los derechos de las mujeres y es la ventaja del abortismo, dar derechos en lugar de obligar a asumir una realidad que ya existe pero resulta molesta. Si se ofrece librarse de una molestía ó tener que asumirla, la gente común suele preferir lo primero, por ello el éxito de promover teóricos derechos.

Pero hay una trampa en el razonamiento de que lo grave es considerar el aborto como un derecho y es considerar que puede haber un modelo de aborto asumible, el que tiene en cuenta las circunstancias para justificarlo. Porque hay una realidad; en cada aborto se elimina a una vida inocente.

Los favorables al aborto suelen resolverlo diciendo que el no-nacido aún no se puede considerar vida humana lo que se demuestra falso. Pero tampoco se comprende que haya quienes creen que el no-nacido es una vida humana y justifican el aborto provocado en algunos supuestos, incluso se habla de "ponderar" derechos entre el no-nacido y la mujer como intentando buscar una postura en teoría razonable. Ó que existe una doctrina del Tribunal Constitucional sobre esta ponderación de derechos, y lo único que demuestra es que el T.C. ha aprobado una ley objetivamente injusta.

La diferencia se da realmente entre proteger la vida humana no-nacida y no protegerla, y para verlo basta con comparar a un no-nacido y un ya-nacido, y si las excepciones que le aplicamos a los primeros se las aplicaríamos a los segundos. Es cierto que en el caso de embarazo la mujer lleva dentro de sí a otro ser y que esto va a condicionar su vida, pero no es menos cierto que se trata de una vida inocente y que al abortar se la elimina y esta es la cuestión principal.

En España más de cien mil abortos cada año, nunca ha habido voluntad política de limitarlo por ello al aprobar el aborto como un derecho no ha variado sustancialmente el número, tampoco en las comunidades donde han gobernado politicos en teoría favorables a la vida. Habría que tener en cuenta a los que teniendo responsabilidades no hicieron lo posible por limitar el número de abortos cuando lo tenían en la mano y la situación era más fácil, y que esa dejadez haya favorecido que al final lo que permitían que ocurriera en la práctica, el aborto sin limitaciones, se haya convertido en oficialmente aborto libre. Entre otras cosas porque su habían favorecido que las mentalidades lo asumieran como algo normal.