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"A la Iglesia le corresponde decir qué es pecado, no qué
es delito"
El único mérito de la frase de nuestra ministra de igualdad es que resulta llamativa, en eso son profesionales los políticos y sus asesores. Pero la frase aunque aparentemente contundente encierra cuestiones discutibles; es antidemocrática porque pretende encerrar una opinión, la de la Iglesia, a un ámbito concreto del que piensa doña Bibiana Aído no debería salir, en un régimen de "libertades" ¿quién puede limitar la libertad de pensamiento y de expresión?, sería semejante a decir que al congreso de tal partido político le corresponde decir que es bueno para sus seguidores, no como han de ser las leyes de una Nación.
Sin embargo tenemos en estos años un ejemplo de como una moral determinada (llamémosla moral, ideología ó programa) se impone por ley a la otra mitad de los españoles; la llamada "memoria histórica". Se establecen prohibiciones y limitaciones a uno de los bandos mientras se homenajea institucionalmente al otro con el que se simpatiza. Las "ideas" de unos partidos se han hecho ley, aún siendo muy discutidas por un sector amplio de la sociedad, al igual ocurre con el aborto, el matrimonio homosexual, educación para la ciudadanía... y demás iniciativas controvertidas.
En un sistema donde coexisten ideas contradictorias el que una determina pretenda divilgarse no puede ser considerado fundamentalismo, independientemente de su origen, siempre que esté dentro de la legalidad. La diferencia es que la Iglesia no pretende alcanzar el poder político como hacen las ideologías y los partidos políticos (en este aspecto mucho más impositores) y se limita a manifestar "su opinión" que sólo pretende orientar. Se puede estar en desacuerdo con su opinión, pero criticar que la manifieste públicamente es muy contradictorio con la defensa de la "libertad", más teniendo en cuenta la supuesta misión de este ministerio.
Es cierto que algunas de las cuestiones, no todas, sobre las que se manifiesta la Iglesia son desde su punto de vista "pecado", como desde el punto de vista de las ideologías las cuestiones son ó no son aceptables, la diferencia está en el origen de las ideas pero son ideas al fin y al cabo. Se puede decir que las ideas de los partidos nacen de congresos democráticos (aunque no siempre ha sido así) y la de una religión es impuesta por una jerarquía, pero en el caso de la católica es un conjunto de ideas que son seguidas desde hace mucho más tiempo que las ideologías actuales, ha influido notablemente más en la conformación de nuestras sociedades, es seguida voluntariamente por millones de personas en todo el mundo y además es la mayoritaria en nuestro país, ¿no es esto una forma de refrendo popular?.
Para la Iglesia el aborto es un pecado porque desde su punto de vista significa el asesinato de un ser humano, al igual que lo es el terrorismo, ¿no resultaría extraño que los obispos no lo condenasen para no identificar pecado (no matarás) con el delito?.
"A la Iglesia le corresponde decir qué es pecado, no qué
es delito"
El único mérito de la frase de nuestra ministra de igualdad es que resulta llamativa, en eso son profesionales los políticos y sus asesores. Pero la frase aunque aparentemente contundente encierra cuestiones discutibles; es antidemocrática porque pretende encerrar una opinión, la de la Iglesia, a un ámbito concreto del que piensa doña Bibiana Aído no debería salir, en un régimen de "libertades" ¿quién puede limitar la libertad de pensamiento y de expresión?, sería semejante a decir que al congreso de tal partido político le corresponde decir que es bueno para sus seguidores, no como han de ser las leyes de una Nación.
Sin embargo tenemos en estos años un ejemplo de como una moral determinada (llamémosla moral, ideología ó programa) se impone por ley a la otra mitad de los españoles; la llamada "memoria histórica". Se establecen prohibiciones y limitaciones a uno de los bandos mientras se homenajea institucionalmente al otro con el que se simpatiza. Las "ideas" de unos partidos se han hecho ley, aún siendo muy discutidas por un sector amplio de la sociedad, al igual ocurre con el aborto, el matrimonio homosexual, educación para la ciudadanía... y demás iniciativas controvertidas.
En un sistema donde coexisten ideas contradictorias el que una determina pretenda divilgarse no puede ser considerado fundamentalismo, independientemente de su origen, siempre que esté dentro de la legalidad. La diferencia es que la Iglesia no pretende alcanzar el poder político como hacen las ideologías y los partidos políticos (en este aspecto mucho más impositores) y se limita a manifestar "su opinión" que sólo pretende orientar. Se puede estar en desacuerdo con su opinión, pero criticar que la manifieste públicamente es muy contradictorio con la defensa de la "libertad", más teniendo en cuenta la supuesta misión de este ministerio.
Es cierto que algunas de las cuestiones, no todas, sobre las que se manifiesta la Iglesia son desde su punto de vista "pecado", como desde el punto de vista de las ideologías las cuestiones son ó no son aceptables, la diferencia está en el origen de las ideas pero son ideas al fin y al cabo. Se puede decir que las ideas de los partidos nacen de congresos democráticos (aunque no siempre ha sido así) y la de una religión es impuesta por una jerarquía, pero en el caso de la católica es un conjunto de ideas que son seguidas desde hace mucho más tiempo que las ideologías actuales, ha influido notablemente más en la conformación de nuestras sociedades, es seguida voluntariamente por millones de personas en todo el mundo y además es la mayoritaria en nuestro país, ¿no es esto una forma de refrendo popular?.
Para la Iglesia el aborto es un pecado porque desde su punto de vista significa el asesinato de un ser humano, al igual que lo es el terrorismo, ¿no resultaría extraño que los obispos no lo condenasen para no identificar pecado (no matarás) con el delito?.
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