El anticristo de Nietzsche


(Der Antichrist, Fluch auf das Christentum, 1888) empieza diciendo;

«¿Qué es lo bueno? Todo lo que eleva en el hombre el sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo.

¿Qué es lo malo? Todo lo que proviene de la debilidad.

¿Qué es la felicidad? El sentimiento de lo que acrece el poder; el sentimiento de haber superado una resistencia.

No contento, sino mayor poderío; no paz en general, sino guerra: no virtud, sino habilidad (virtud en el estilo del Renacimiento, virtud libre de moralina).

Los débiles y los fracasados deben perecer; ésta es la primera proposición de nuestro amor a los hombres. Y hay que ayudarlos a perecer.

¿Qué es lo más perjudicial que cualquier vicio? La acción compasiva hacia todos los fracasados y los débiles: el cristianismo. .../...»


Parece que Nietzsche había llegado a las últimas consecuencias de la no-creencia en Dios; Dios había muerto. Si sólo somos una fuerza vital, si no existe la trascendencia, cualquier actitud que limite lo que sale de nosotros es condenable. Nietzsche muestra una profunda animadversión al sentido de caridad cristiana hacía los débiles; los débiles debían ser eliminados de la misma forma que en la naturaleza actúa la selección natural, esa era "la realidad" y la realidad no debía ser contradecida. Los fuertes no deben ocuparse de los débiles porque esta carga limita su fuerza vital y ser felices.

Proponía un super-hombre confiado de sí mismo, sin límites morales salvo los que él mismo fuera construyendo. Y este concepto de super-hombre sin atudiras morales que limiten lo que salga libremente de cada uno sirve para el concepto de una raza superior, para un especulador ó para justificar el aborto.

En “MI LUCHA” (“Mein Kampf”), Adolfo Hitler decía entre otras cosas;

«... Por cierto que la naturaleza obra sabiamente y sin contemplaciones; no anula propiamente la capacidad de procreación, pero sí se opone a la conservación de la prole al someter a ésta a rigurosas pruebas y privaciones tan arduas, que todo el que no es fuerte y sano, vuelve al seno de lo desconocido. El que sobrevive a pesar de los rigores de la lucha por la existencia, es entonces mil veces experimentado, fuerte y apto para seguir generando, de tal suerte que el proceso de la selección puede empezar de nuevo. La disminución del número implica así la vigorización del individuo y con ello, finalmente, la consolidación de la raza.

Otra cosa es que el hombre por sí mismo se empeñe en restringir su descendencia y haga que, en lugar de la lucha por la vida –que solo deja en pie al más fuerte y al más sano-surja, en lógica consecuencia, el prurito de “salvar” a todo trance también al débil y hasta el enfermo, cimentando el germen de una progenie que irá degenerando progresivamente, mientras persista ese escarnio de la naturaleza y sus leyes».


Seguramente las ideas de Nietzsche influyeron en los ideólogos del nacional-socialismo y plantea la cuestión de que las ideas no son inocuas, porque algunas se pueden poner en práctica. Y que los que han criticado que en épocas anteriores se limitase la libertad de ideas tienen que asumir que también se limitaron los efectos negativos de algunas.

Si en la libertad de ideas hay un HABER positivo; la libertad, que en principio es buena. También hay un DEBE; algunas ideas se han llevado a la práctica y han sido perjudiciales. Se ha usado el método ensayo-error, en este caso hubo libertad para las ideas de Nietzsch y de los ideólogos del nacional-socialismo, se llevaron a la práctica y después se han limitado. Y ocurrió con el marxismo, Carlos Marx difundió libremente sus ideas y después del desastre del comunismo se ha limitado. Y ahora ocurre con el aborto, es un crimen, pero se ha dejado libertad para que lo difundan quienes lo apoyan.

En la película "Vencedores ó vencidos" hay un discurso final de Spencer Tracy antes de dictar sentencia; ... la historia y el destino de Jarim iluminan la más rotunda verdad que hemos puesto de relieve en este juicio, si él y los demás acusados hubieran sido seres perversos y los jefes que mandaban en el III Reich hubieran sido monstruos sádicos y maníacos, lo ocurrido no hubiera tenido una mayor significación moral que un terremoto ó cualquier otra catástrofe, pero este juicio ha demostrado que durante una crisis nacional seres normales, incluso capaces y excepcionales pueden engañarse a sí mismos..., pero creemos que a este concepto interesante no acaba de darle una respuesta la película. ¿Qué hizo que personas normales hubieran apoyado al nacional-socialismo?, unas ideas equivocadas sembradas durante mucho tiempo.







Comentarios

Entradas populares de este blog

LA MATANZA DE SACERDOTES DURANTE LA GUERRA DEL 36

ETNOLATRÍA

Diferencia entre DSI y marxismo