Contestando a Manolo Saco:

Rouco, Dios no existe (pásalo)
http://blogs.publico.es/manolosaco/2748/rouco-dios-no-existe-pasalo/


Lo primero llamativo es que no se entiende porqué el autor está molesto por lo que dijo el cardenal Rouco sobre internet y las redes sociales; «la red se ha convertido en un instrumento poderosísimo de información y de comunicación; pero también de propagación de fórmulas de vida de todo tipo, sin excluir las menos acordes con la dignidad humana»... internet y las redes sociales, aunque tienen una gran capacidad de movilizar y activar a la gente también «propician un estilo de vida virtual, vacío de relaciones verdaderamente personales»...

Que existen en la red cosas pocos acordes con la dignidad humana además de otras que son delitos no se puede negar y por eso existe una sección de la Guardia Civil que se ocupa de investigarlas. También es cierto que las relaciones en las redes sociales no se pueden comparar con las relaciones humanas verdaderas y puede ser peligroso que las sustituyan, no es lo mismo tener amigos virtuales que amigos de verdad, aunque la mayoría de los jóvenes compaginen las dos cosas. Como comentaba alguien, lo malo de los amigos que son sólo de internet es que si se va la luz te quedas sin amigos.

Decir que internet y las redes sociales tienen cosas buenas como facilitar la comunicación y la transmisión rápida de información pero al mismo tiempo avisar de algunos peligros no es algo descabellado, lo sensato es ver los pros y los contras de las cosas aunque éstas sean muy modernas.

Dice el artículo: «Llevan 2.000 años viviendo de gorra a costa de una vida virtual (DRAE. Virtual: que tiene existencia aparente y no real)… llevan tanto tiempo navegando con ese ordenador que ellos llaman Biblia que cuando les sale un serio competidor, como Internet, Google o Twitter, por ejemplo, creen que ha llegado el Anticristo».

El mundo católico no le tiene miedo a internet, al revés está sirviendo mucho a los católicos para exponer las razones por las que son creyentes y llegar a mucha gente a la que antes resultaba difícil llegar (por ejemplo los comentaristas de blog como ese) con la que en principio se discute, pero al menos se puede comunicar. Y no hay más que ver los centenares de webs y blogs con temas religiosos.

El concepto de "vida virtual" que maneja el autor es el de unas creencias en las que él no cree, y si a él no le consta que Dios existe, los que defienden su existencia y dedican a ello su vida como los miembros de la Iglesia viven una vida virtual.

Desde un punto de vista abstracto, así deberíamos calificar también a todos los pensadores, ideas y filosofías que ha existido, porque todas las ideas existen sólo en el mundo de lo virtual desde la época de lo griegos ó antes. Y todos los que han dedicado su vida a ellas visto desde el punto de vista de los que no las creían, vivían una vida virtual y/o falsificada.

Si enunciar unas ideas es "vivir de gorra", también viven de gorra los creadores de opinión que trabajan en los medios de comunicación, más cuando estos tienen un componente de afinidad ideológica. Porque las ideologías de forma general no pueden demostrar de forma científica que lo que digan sea verdadero, son sólo ideas virtuales, o sea una solución aparente de los problemas de la sociedad, que nunca es real porque cuando se ponen en práctica no los solucionan, o al menos siempre hay una parte de la población que piensa eso. En eso se basa la democracia de partidos, cada partido piensa que sus ideas son absolutamente acertadas y las de los contrarios/competencia absolutamente erróneas. Cada ideología piensa que la contraria vive una vida virtual porque consideran sus ideas falsas o equivocadas en su mayor parte.

Además todas las ideologías tienen un componente utópico, según el DRAE; "plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación". Creer que se pueden realizar cosas sólo por "voluntarismo" sin tener en cuenta la realidad, es conocida la frase de un político español; "hay utopías que merecen la pena ser soñadas". ¿No es esto vivir en un mundo virtual?

El mundo sobrenatural de las religiones es algo intangible para el no-creyente, sin embargo sí hay algo tangible de las religiones, la herencia de su influencia cultural a través de la historia. La cultura de occidente está marcada por la influencia del cristianismo y por su orden de valores. Se nota la presencia tangible de la religión por ejemplo en los monumentos... los que creían en Dios que crearon bellezas como las catedrales, las pirámides de Egipto y la mayoría de la pintura clásica de museo como El Prado... En navidad celebramos el cumpleaños del fundador de una religión y en semana santa de una resurección. El domingo hacemos fiesta en honor de un Dios y vivimos en el año 2011 de la era de un profeta... Los ciudadanos de San Sebastían, viven en una ciudad con el nombre de un tal Sebastían que era santo. Si lo pensamos nuestra vida está muy influída por unas "ideas virtuales".

Por unas ideas que también creían que la religión es algo virtual y que "en la sociedad comunista no existirá la religión pues en esta sociedad no existirá la alienación, y ya se ha dicho que la religión aparece como consecuencia de la alienación"... La ciudad rusa de San Petersburgo cambió su nombre por Leningrado, y pasado el tiempo ha vuelto a llamarse Ciudad de San Pedro. ¿Como es que los rusos después de haber tenido "la luz" de la razón del marxismo no se dieron cuenta de las mentiras de las religiones y han preferido recuperar la tradición cultural de esa "vida virtual"?

Otro ejemplo de la influencia cristiana es el concepto de caridad o solidaridad, dar gratuitamente de lo propio a una persona más necesitada. Antes del cristianismo esto no existía, como mucho había un sentido de la justicia (que no era poco para la época); doy en proporción a lo que recibo y el que no tenga suficiente para vivir o esté enfermo no es asunto mío. Pero llegó Jesús y dijo por primera vez en la historia; "Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis?... Haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio". Con el concepto de gratuidad del cristianismo los pobres también pudieron empezar a recibir educación y aportar sus talentos al desarrollo de la sociedad, algún día alguien debería hacer un estudio sobre esto.

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