El pequeño salvaje
¿La libertad nos hace verdaderos?. La libertad nos permite elegir entre varias opciones, pero no nos hace necesariamente verdaderos. Lo que nos puede hacer verdaderos es buscar la verdad y seguirla. Elegir seguir un camino equivocado no nos hace verdaderos y en el fondo limita nuestra libertad.
Ahora tenemos un ejemplo con la crisis económica, el hecho en sí de tener la libertad de elegir unas políticas económicas equivocadas o ineficaces no hacen que estas políticas sean verdaderas y limitan nuestra libertad porque mientras "andemos" por los caminos equivocados no saldremos de ella y no mejorará nuestra economía. Se parece a estar en encerrados dando vueltas en un laberinto sin encontrar la salida.
Además este tipo de "libertad" que en teoría hace ser al hombre verdadero, por mucho que se quiera promocionar en realidad va a ser forzosamente limitada, porque el ser humano ha alcanzado un grado alto de "realización" porque acumula la herencia "civilizadora" de muchas generaciones que le han precedido y que nos hacen ser muy ricos; tecnología, cultura, educación, civismo... a cambio condicionan y limitan mucho lo que se podría llamar "libertad absoluta". Para alcanzar una libertad absoluta libre de limitación deberíamos empezar nuestra vida sin ningún tipo de condicionamiento, algo semejante a lo que cuenta la película "El pequeño salvaje" de Truffaut, que narra la historia de un niño de unos 11 años encontrado en un bosque del sur de Francia que había crecido sólo, que no sabía hablar y se comportaba más parecido a un animal salvaje. La teoría del "buen salvaje" se desmoronaba con casos como éste, en los que se veía que el salvaje no era bueno por naturaleza sino que tenía un desarrollo como persona muy limitado.
En occidente, el cristianismo tiene un papel fundamental en la composición de esa herencia. Ahora, despreciando esta herencia se busca publicitar los "fallos" de el papel del cristianismo en nuestra cultura, omitiendo su importante contribución, pero sin esa herencia no seríamos como somos, seríamos distintos como vemos si comparamos al occidente cristiano con otras culturas.
Desde el siglo XIX el hombre intentó ser "totalmente libre" de la herencia de la civilización cristiana y hacer en varias ocasiones una nueva "planificación" de la sociedad en teoría partiendo de la "racionalidad científica"... pero fracasó y ha vuelto al menos en parte a los límites que ya antes había heredado de esa civilización. Y si el hombre después de esos experimentos "racionales" ha vuelto a los límites tradicionales es porque se ha dado cuenta de que eran más eficientes, más verdaderos y en realidad les hacían más libres.
La ventaja del mundo actual es que por mucho que se aleje de los valores de la civilización cristiana, siempre puede volver a ellos cuando las cosas empiecen a ir mal y a no funcionar. Casi seguro que pasará así tras cosas como la llamada "revolución sexual" en la que ya empiezan a verse problemas graves como la falta de relevo generacional, etc... pero el hombre ha sido libre para elegirlas.
¿La libertad nos hace verdaderos?. La libertad nos permite elegir entre varias opciones, pero no nos hace necesariamente verdaderos. Lo que nos puede hacer verdaderos es buscar la verdad y seguirla. Elegir seguir un camino equivocado no nos hace verdaderos y en el fondo limita nuestra libertad.
Ahora tenemos un ejemplo con la crisis económica, el hecho en sí de tener la libertad de elegir unas políticas económicas equivocadas o ineficaces no hacen que estas políticas sean verdaderas y limitan nuestra libertad porque mientras "andemos" por los caminos equivocados no saldremos de ella y no mejorará nuestra economía. Se parece a estar en encerrados dando vueltas en un laberinto sin encontrar la salida.
Además este tipo de "libertad" que en teoría hace ser al hombre verdadero, por mucho que se quiera promocionar en realidad va a ser forzosamente limitada, porque el ser humano ha alcanzado un grado alto de "realización" porque acumula la herencia "civilizadora" de muchas generaciones que le han precedido y que nos hacen ser muy ricos; tecnología, cultura, educación, civismo... a cambio condicionan y limitan mucho lo que se podría llamar "libertad absoluta". Para alcanzar una libertad absoluta libre de limitación deberíamos empezar nuestra vida sin ningún tipo de condicionamiento, algo semejante a lo que cuenta la película "El pequeño salvaje" de Truffaut, que narra la historia de un niño de unos 11 años encontrado en un bosque del sur de Francia que había crecido sólo, que no sabía hablar y se comportaba más parecido a un animal salvaje. La teoría del "buen salvaje" se desmoronaba con casos como éste, en los que se veía que el salvaje no era bueno por naturaleza sino que tenía un desarrollo como persona muy limitado.
En occidente, el cristianismo tiene un papel fundamental en la composición de esa herencia. Ahora, despreciando esta herencia se busca publicitar los "fallos" de el papel del cristianismo en nuestra cultura, omitiendo su importante contribución, pero sin esa herencia no seríamos como somos, seríamos distintos como vemos si comparamos al occidente cristiano con otras culturas.
Desde el siglo XIX el hombre intentó ser "totalmente libre" de la herencia de la civilización cristiana y hacer en varias ocasiones una nueva "planificación" de la sociedad en teoría partiendo de la "racionalidad científica"... pero fracasó y ha vuelto al menos en parte a los límites que ya antes había heredado de esa civilización. Y si el hombre después de esos experimentos "racionales" ha vuelto a los límites tradicionales es porque se ha dado cuenta de que eran más eficientes, más verdaderos y en realidad les hacían más libres.
La ventaja del mundo actual es que por mucho que se aleje de los valores de la civilización cristiana, siempre puede volver a ellos cuando las cosas empiecen a ir mal y a no funcionar. Casi seguro que pasará así tras cosas como la llamada "revolución sexual" en la que ya empiezan a verse problemas graves como la falta de relevo generacional, etc... pero el hombre ha sido libre para elegirlas.
Comentarios