PIO MOA CONTRA «AES»

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«cuando AES empieza hablando de “verdades eternas”, me pongo a temblar. En política no existe eso, a no ser como un trasfondo general cuya aplicación nunca es simple ni directa;  y cuya invocación es, además,  peligrosa pues la suelen aprovechar los demagogos para poner a Dios a su servicio y para defender cualquier causa, como demuestra la historia.»


 «Y tampoco es cierto que el liberalismo no crea en ninguna verdad o dé igual valor a todas las opiniones.  Más bien parte de que la verdad es evolutiva, muy difícil de alcanzar (nunca se alcanza del todo),  muy difícil que alguien la tenga en exclusiva, ni siquiera momentáneamente, o que alguien deje de tener alguna pizca de razón. Y sostiene que  la discrepancia libre ayuda mucho más a avanzar hacia ella que la imposición dogmática. De hecho lo ha probado de forma abrumadora: en las sociedades más o menos liberales los ciudadanos corrientes se sienten más libres y más protegidos frente a las tendencias despóticas del estado, y  la posibilidad de  alternancia en el poder dificulta los cambios por golpes de fuerza o guerras civiles. Y también son las  que más prosperan (aunque no fuera así, valdría la pena menos riqueza a cambio de más libertad;  pero también es así: el mercado aplica el principio de la libertad personal y resulta más productivo que las economías presuntamente más “justas” impuestas por los gobiernos). Todo esto requiere unas normas no asfixiantes para que funcione, es decir, una autoridad estatal eficaz, pero bien delimitada. Cuando hablo de democracia me refiero a la democracia liberal, porque no me parece que pueda existir otra, como he explicado.


¿Defiende claramente AES estas cosas?  No parece muy seguro.»
 

http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/una-propuesta-de-debate-4502/




VERDADES ETERNAS

«Si no hay democracia no queda más que una alternancia (a golpes, claro) entre extremas derechas y extremas izquierdas. Parece que es lo que les gusta a muchos derechistas, a pesar de que están llevándolas todas en el mismo carrillo, con perdón. Dicen que hay una dictadura, pero ellos pueden hablar, organizarse y defender sus ideas y no por eso los meten en la cárcel, que se sepa. Están convencidos de poseer verdades eternas que, por lo visto, son inasequibles al común de los mortales. »

«Pero sus verdades eternas, como las de la izquierda, les inclinan a la ruptura, dando por buena la liquidación de la Constitución por la cuadrilla de Zapo auxiliada por la de Rajoy. No se pueden denunciar las fechorías del PSOE como pretexto para atacar a la democracia y dar por liquidado el legado de la transición, según hacen algunos.»

«Y reconozco que nunca he encontrado esas verdades eternas que tanto gustan a mucha gente, y menos todavía su aplicación política práctica. A ver si las expone alguien de modo concreto y nos ilustra a todos. Quizá don Rafael López Diéguez pueda aclararnos cuáles son y cómo funcionan. »
 

http://blogs.libertaddigital.com/presente-y-pasado/verdades-eternas-4506/




A Pío Moa lo que le molesta de AES es que tenga una referencia en las "verdades eternas" y no está dispuesto a transigirlo. "Verdades eternas" son las verdades objetivas, las que no deben estar expuestas a discusión ni a través del tiempo.

En el tiempo actual convivimos con algunas "verdades eternas/ objetivas" a la que más referencia se hace continuamente es a los llamados "derechos humanos", todos los seres humanos tienen derechos a la vida, a no ser esclavizados, a poder salir de su país si lo desean... etc.

¿Estas verdades pueden cambiar dependiendo del tiempo y lugar?, todos creemos que no, y que dentro de 500 años seguirán siendo verdad.

Luego... existen verdades que no son variables y son "eternas" como la dignidad humana.

¿O esta verdad es evolutiva y debe ser sometida a "libre discrepancia"?.

En realidad sí existe esta discrepancia, aunque supongo que Moa no la pone en duda. Existe el racismo y la xenofobia...

Y ahora díganos señor Moa ¿se debe perseguir el racismo porque una mayoría nos hemos puesto de acuerdo en que es intolerable ó porque "objetivamente" es intolerable?.

¿La intolerancia con el racismo es una verdad que puede evolucionar a dejar de serlo si nuestro "conocimiento" y "razón" así lo deciden?.

A este tipo de cosas nos referimos con "verdades eternas", los cristianos creemos que estas verdades provienen de la misma naturaleza de las cosas y que las creo Dios cuando hizo el mundo. Pensamos que los principios cristianos describen estas verdades, por eso estos principios se pueden explicar racionalmente.

La balcanización de España que aunque es muy preocupante no está en las cuestiones en las que entra la "verdad eterna", como otras muchas cosas que Dios ha dejado para que el hombre y la naturaleza decidan por sí mismos.

A Pío Moa que no tiene convicciones religiosas le molesta que haya alguien que diga que existen "verdades eternas/ objetivas" que no nacen de la "razón", el estudio y la experimentación del hombre.

Es comprensible que si no se cree en el cristianismo como religión no se crea que sus principios puedan orientar acertadamente a la sociedad, pero Moa debería conceder que haya quién sí los crea y los pueda proponer si respeta las reglas del juego democrático como hace AES.

Pero Moa está sembrando en sus artículos que AES es un partido "extremista" de la derecha, que no respeta el juego democrático, es fundamentalista religioso y en la práctica ayuda a la izquierda, con comentarios que deja caer aquí y allá, sin argumentarlos ni documentarlos...

Difama que algo queda.

Además creemos que sabe que tiene cierto predicamento sobre personas de la derecha más conservadora por haber defendido el franquismo y utiliza su fama para destruir la imagen de AES y servir al "liberalismo".

Porque posiblemente de lo que se trata aquí no es de una discusión de cuales deben ser las raíces de los principios que motivan a la acción política, sino de "competitividad", Moa se ha puesto al servicio de quién desea deshacerse de un competidor electoral, por eso no escatima en deformar y tergiversar la imagen de Alternativa Española.

AES aunque le pese a Moa respeta las reglas del juego, propone unos principios de forma pacífica y democrática y esto le debería bastar a alguien que tanto dice defender las libertades. Un poco de libertad, respeto y tolerancia también para los que defienden principios que no comprende.

En eso consiste la tolerancia, ¿no?.

Nosotros no nos acordamos de otras épocas pasadas si no es como revisión histórica, vivimos en nuestro tiempo y nos adaptamos al tipo de sociedad que nos ha tocado vivir y en la medida de nuestras capacidades buscar el "bien común", con el sacrificio de nuestro tiempo y esfuerzo porque no obtenemos un beneficio material de ello.

Pío Moa encuentra a AES sospechoso en varias cuestiones, sin embargo dice sentir inclinación por el partido de Rosa Díez (de ideas socialistas y que defiende el aborto libre) para poner freno a la desintegración de España, que según él es ahora la tarea "absolutamente más urgente". Es su opinión, como usted dice es su alcanzamiento de la verdad, para otros lo absolutamente más urgente es acabar con el aborto, un auténtico genocidio.

Si racionalmente se demuestra que un aborto es un asesinato, imaginemos que diariamente se asesinaran a 300 guardias civiles...

Este es nuestro alcanzamiento de la verdad y el que existan personas con criterio político y cultura que no vean que esta verdad tan evidente es con mucho el principal mal de nuestra sociedad y antepongan cosas como el problema autonómico y los supuestos ataque a la constitución de Zapatero sobre ello, nos reafirma en nuestra convicción de lo limitado de lo que usted tanto defiende "el propio examen" de la realidad como único fundamento de la propuesta política.

El "propio examen", es necesario y la sociedad debe utilizarlo, cuanto mayor conocimiento de la realidad y sensatez se ponga serán más acertadas las decisiones. Pero la experiencia nos aporta datos que no provienen de "verdades eternas", como que el hombre utilizando únicamente la "razón" se ha equivocado muchas veces, incluso dramáticamente, cuestiones a las que el cristianismo ya había dado respuesta se pusieron en cuestión porque el hombre en su autosuficiencia las menospreció como ocurrió en la revolución francesa, el marxismo, el nacional-socialismo y ahora el capitalismo de economía liberal sin límites...

La capacidad del hombre de usar exclusivamente su examen de la verdad aunque pueda llegar a tener muchos conocimientos es limitado, por nuestra propia naturaleza y por cuestiones accidentales como las pasiones, las fobias y las filias, el ambiente externo... y el más poderoso hoy día; el interés electoral.

Pero además el liberalismo concede a todo hombre por el hecho de serlo el derecho a que su opinión tenga el mismo valor que la de cualquier otro hombre, lo mismo vale la opinión y el voto de un casi adolescente de 18 años, como la de un catedrático.

Pio Moa miente reiteradamente cuando dice:

«cuando AES empieza hablando de “verdades eternas”, me pongo a temblar. En política no existe eso, a no ser como un trasfondo general cuya aplicación nunca es simple ni directa;  y cuya invocación es, además,  peligrosa pues la suelen aprovechar los demagogos para poner a Dios a su servicio y para defender cualquier causa, como demuestra la historia.»  

No es cierto lo que insinúa y ya se lo hemos comentado en varias ocasiones, Moa está empeñado en que AES parezca un grupo fundamentalista seudo-islámico. Es vergonzoso que un teórico intelectual recurra a estas malas artes de la tergiversación. AES considera los principios cristianos como "inspiradores" en las cuestiones en las que la política converge con las cuestiones que nos preocupan a los católicos, como el aborto, el racismo, la eutanasia, la educación... no en su aplicación simple y directa que nos convierta en "demagogos", al grito de "Dios está con nosotros"....

Deje de mentir y sembrar cizaña, porque repita muchas veces una mentira no se va a convertir en verdad.

Usted se refiere a la experiencia histórica para demostrar que el liberalismo y el libre debate de la verdad son los que han hecho que nuestras sociedades se desarrollen civilizadamente y prosperen, por el contrario hace referencia al pasado para referirse a los mal-usos y desmanes que se han cometido en nombre de las "verdades eternas".

En la práctica se apunta a la leyenda negra de la historia que los progresistas ha creado sobre la civilización cristiana presentándola como una época oscurantista en la que la superstición y el fanatismo se superponían a la "razón".

Pero lo que el mundo occidental actualmente es se lo debe en gran parte a nuestra tradición cristiana, los principios cristianos son los que han sacado a Europa del mundo antiguo para llevarla a lo que es hoy, arrastrando al resto del mundo. Se suele decir que somos enanos a hombros de un gigante que es la civilización cristiana.

Ahora muchos creen que nuestro orden social nació con la constitución de 1812 y antes vivíamos en la oscuridad, se puede esperar de las víctimas de la "Locse" como dice Losantos, pero de usted esperábamos más.

El mundo cristiano se orientaba por las "verdades eternas", los principios cristianos y por supuesto que hubo abusos y fanatismos ocasionales, pero uno de sus méritos fue conceder al hombre dignidad por ser lo es, así aunque hubo guerras, también de religión, no hubo genocidios sistemático como los del siglo XX.

Le recomendamos que lea "Leyendas negras de la Iglesia católica" de Vittorio Messori, un libro que explica hechos concretos y es ameno, como los suyos que antes comprábamos.

Cuando los Reyes Católicos expulsaron a los judíos y musulmanes de España fue por motivos religiosos, no raciales y se intento hacer con cierta consideración. En la sociedad del libre-pensamiento cuando una ideología decidió que debían deshacerse de los judíos, los exterminó en masa.

Se podrá decir que los nazis no eran liberales, pero el liberalismo además de una posición política concreta que podría representar el centro-derecha en España, es una concepción de la participación política en la que como Moa dice, la verdad surge de la discrepancia libre y todas las ideas tienen una pizca de verdad. E igual que pueden surgir ideas relativamente sensatas pueden surgir ideas disparatadas y a ambas desde el punto de vista liberal se les debe permitir difundirse..

Así fue, se experimentaron y viendo el desastre después se decidió ponerles freno.

En el mundo cristiano regido por "verdades eternas" no se hubiera tolerado el racismo nacional-socialista, ni el comunismo ateo que anulaba la propiedad privada.

Otro ejemplo de la influencia positiva de "verdades eternas" fue la conquista y evangelización de la América española, con todas sus defectos y abusos los reyes concedieron a los indios la naturaleza de personas porque tenían inculcados los principios católicos sobre el respeto a la dignidad humana. Si no los hubieran tenido su "libre análisis ocasional" dada la cultura de aquellas épocas habría sido considerarlos una especie de criaturas silvestres exterminables.

Ahora la sociedad "liberal" parece que se ha vacunado del nazismo, el comunismo y del capitalismo salvaje pero ha hecho falta la experimentación práctica de sus ideologías para darse cuenta del peligro que representaban, cosa que el cristianismo ya había resuelto.

Ahora estamos experimentando el genocidio del aborto, quizás dentro de un tiempo nos demos cuenta que asesinar a cien mil niños al año es una vergüenza, eso sí, hay que dejar que el mundo de las ideas auto-suficiente sin ninguna "referencia objetiva" lo decida por sí mismo.

Pío Moa dice:

«Y tampoco es cierto que el liberalismo no crea en ninguna verdad o dé igual valor a todas las opiniones.»  

Pero en un ámbito donde no existe una referencia objetiva la diferencia del valor de las ideas depende de la que les quiera dar cada persona ó grupo. Los liberales darán más valor a unas opiniones y los progresistas a otras que serán distintas y teóricamente todas deben ser igualmente respetadas por el bien del debate.

Los cristianos creemos en unos principios que deben ser esenciales para que una sociedad sea justa, y básicamente coinciden en su mayor parte con los principios que la sociedad occidental tiene si la comparamos con otras civilizaciones, porque es heredera del mundo cristiano. Proponer estos principios no es algo descabellado, subsisten por ejemplo en los estados menos urbanos de EEUU y no son sociedades opresivas y han tenido éxito en Polonia e Irlanda.

No hay más que fijarse en como son en general los cristianos en la sociedad; pacíficos, buenos ciudadanos, solidarios, buenos padres y buenos hijos, buenos empleados en las empresas...son un colectivo que como tal no da problemas y sin embargo aporta mucho y ahorra mucho a la colectividad cuidando de sus enfermos y ocupándose de los más desfavorecidos de forma altruista. Cuando uno se acerca a un sitio donde se tiene más presente a Dios como en un monasterio más se percibe la serenidad que trasmite el cristianismo. No digo que todos los católicos piensen como nosotros ni que tengan que hacerlo, pero si a estas personas les orientan una forma de pensar que es tan positiva socialmente, ¿porque hay a quien le inquiete que queramos llevarla a la vida pública?.

Señor Moa no le pedimos que usted crea en los principios de las "verdades eternas", pero le pedimos que respete a quienes desde la actividad política pacíficamente los proponemos. Aunque no hayan surgido de una creación humana ó el debate, son parte de una civilización con dos mil años de historia que ha probado su eficacia, ¿o no?.








Moulin me encomienda que repita a los creyentes uno de sus principios, madurado a lo largo de una vida de estudio y experiencia: «Haced caso a este viejo incrédulo que sabe lo que se dice: la obra maestra de la propaganda anticristiana es haber logrado crear en los cristianos, sobre todo en los católicos, una mala conciencia, infundiéndoles la inquietud, cuando no la vergüenza, por su propia historia. A fuerza de insistir, desde la Reforma hasta nuestros días, han conseguido convenceros de que sois los responsables de todos o casi todos los males del mundo. Os han paralizado en la autocrítica masoquista para neutralizar la critica de lo que ha ocupado vuestro lugar.»

«Habéis permitido que todos os pasaran cuentas, a menudo falseadas, casi sin discutir. No ha habido problema, error o sufrimiento histórico que no se os haya imputado. Y vosotros, casi siempre ignorantes de vuestro pasado, habéis acabado por creerlo, hasta el punto de respaldarlos. En cambio, yo (agnóstico, pero también un historiador que trata de ser objetivo) os digo que debéis reaccionar en nombre de la verdad. De hecho, a menudo no es cierto. Pero si en algún caso lo es, también es cierto que, tras un balance de veinte siglos de cristianismo, las luces prevalecen ampliamente sobre las tinieblas. Luego, ¿por que no pedís cuentas a quienes os las piden a vosotros? ¿Acaso han sido mejores los resultados de lo que ha venido después? ¿Desde que púlpitos escucháis, contritos, ciertos sermones?». Me habla de aquella Edad Media que ha estudiado desde siempre: «¡Aquella vergonzosa mentira de los «siglos oscuros», por estar inspirados en la fe del Evangelio!. ¿Por que, entonces, todo lo que nos queda de aquellos tiempos es de una belleza y sabiduría tan fascinantes?. También en la historia sirve la ley de causa y efecto...»

Pienso en el historiador de Bruselas mientras atravieso en coche, la periferia de Milán una mañana cualquiera. Aquí, como en toda periferia urbana, un Dante contemporáneo podría ambientar uno de los círculos de su infierno: ruidos ensordecedores, olores mefiticos, montones de escombros y desechos, aguas envenenadas, aceras obstruidas por vehículos aparcados, escarabajos y ratas, cemento enloquecido, briznas de hierba tóxica. Por doquier adviertes la ira y el odio de unos contra otros: automovilistas contra camioneros, peatones contra motorizados compradores contra vendedores, septentrionales contra meridionales, italianos contra extranjeros, obreros contra patronos, hijos contra padre. La degradación se instala en los corazones mucho antes que en el ambiente.

Al fin, la meta: el gran monasterio, la antigua casa religiosa. Aliviado por librarme del coche atravieso el portón. De golpe, el mundo cambia a mi alrededor. Un gran patio de una antigüedad de siglos, cerrado en todos sus lados por un soportal, sosiega el animo con la armonía de sus arcos. El silencio, la belleza de los frescos, el ritmo de las edificaciones, la frescura de las sombras. Mas allá del patio se ve un amplio jardín, último reducto en cuyos árboles se ha refugiado todo lo que sobrevive o vuela en la tierra desolada de las inmediaciones. La hospitalidad de los religiosos te hace sentir que esa gente, pese a todo, intenta hacer el bien y cree que todavía es posible amar.

Con una mezcla de ironía y angustia, pienso en la venganza de la historia de los últimos dos siglos, poblados por gente diversa pero unida por un furioso intento de suprimir los signos cristianos, empezando por las congregaciones religiosas; por la necesidad de destruir con estas esos lugares de paz y belleza, vistos como inmundos rincones de oscurantismo, anacrónicos obstáculos en la senda sobre la que edificar el sonado «nuevo mundo».

Ahora, mas allá del muro que resguarda el jardín, tenemos el fruto del radiante mañana prometido. Jamas el mundo, en nombre de la humanidad, se volvió mas inhumano. Se han truncado las expectativas: la realidad y la esperanza de un mundo mas habitable perduran -pero ¿por cuanto tiempo?- en estos residuos religiosos que han sobrevivido (por milagro, por azar, por obstinación de los cristianos, que resurgen cada vez que son eliminados). Sus hijos y nietos se refugian también aquí para lamentarse de todo cuanto se ha perdido. Y para alegrarse de que se haya salvado algo de la rabia de los destructores.

Si por el fruto se reconoce al árbol, quizá haya que extraer alguna conclusión de ello, aunque sea para proseguir con la admonición de Moulin, el viejo historiador agnóstico, a los creyentes: «causa y efecto...». También nosotros tenemos nuestros esqueletos en el armario; y ojo con querer disimularlo. La realidad cristiana siempre mezcla lo divino con lo humano; la Iglesia es casta et meretrix, según sentencian los Padres. Y así son y fueron siempre sus hijos. Pero miremos también a nuestro alrededor, ya no tan avergonzados e intimidados. La caridad no es posible sin la verdad; para nosotros y para los demás.

Leyendas negras de la Iglesia.
Vottorio Messori.

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