Respondiendo a Cesar Vidal (5)
«Franco era presa de esa visión agraria propia del pensamiento reaccionario católico del siglo XIX»






Capilla del Monasterio de Piedra medio derruida
por causa de las desamortizaciones del siglo XIX.



Dice Cesar Vidal; «Franco –y debo insistir en ello– era presa de esa visión agraria propia del pensamiento reaccionario católico del siglo XIX y una y otra vez –aduce tan sólo algunos testimonios– manifestó su desconfianza hacia el capitalismo y el liberalismo económico».

«La mera existencia del franquismo debería llevarnos a reflexionar sobre la forma en que nuestra Historia contemporánea fue una sucesión deplorable de fracasos. Por supuesto, durante el s. XIX vivieron en España personajes preclaros como el Empecinado y Galdós, Clarín y Goya, pero no es menos cierto que España como nación no logró llevar a cabo una revolución liberal que se asentara, que se desangró en guerras civiles donde una de las partes defendía ese agrarismo confesional y cerril que tanto daño nos ha hecho históricamente y que se incorporó tarde y mal –cuando lo hizo– a fenómenos vividos por otras potencias».


El siglo XIX español estuvo marcado por el intento de extender el liberalismo vía transformación de la economía con las continuas "desamortizaciones" de los bienes de la Iglesia Católica y de los municipios. El apoyo popular que tuvo el Carlismo en amplias zonas y las sucesivas guerras civiles tenía bastante que ver con esto.

Hay quien insinúa que las desamotizaciones fueron consecuencia de la guerra carlista porque que el estado ilustrado necesitaba dinero para sostenerla y pagar su deuda pública, y el mundo católico apoyaba en su mayoría al carlismo. Pero las desamortizaciones habían empezado antes de estas guerras a finales del siglo anterior, con Carlos III expropiando los bienes de la Compañía de Jesús que venían a ser una sexta parte de los bienes eclesiásticos (Carlos III es un rey bien visto por los políticamente correctos actuales). En esta se desamortizaron hospitales, hospicios, Casas de Misericordia y de Colegios Mayores universitarios... en la península y en América, la película La misión, cuenta un poco como fue aquello, la historia nos narra que los soberanos europeos ilustrados estaban decididos a acabar con el poder de la Iglesia y empezaron por lo que entonces era su vanguardia, las obras de Compañía de Jesús.

Es reprochable al liberalismo del siglo XIX que en vez intentar extenderse de forma pacífica hiciese lo que ya ha sido norma del progresismo desde entonces, para extender sus ideas echar abajo lo tradicional que había existido antes de ellos, so pretexto de liberalizar a la sociedad.

La idea liberal era sustraer la propiedad de las fincas pertenecientes a las órdenes religiosas y las tierras comunales de los ayuntamientos, dividirlos en parcelas, subastarlos y crear así una clase media propietaria que fuese afín al liberalismo que entonces se intentaba introducir en la mentalidad del pueblo aún influido por el catolicismo del antiguo régimen. Además recabar fondos para amortiguar el déficit del estado.

Ocurrió que en muchas partes se hicieron "paquetes" de parcelas que sólo estaba al alcance de los ricos propietarios poder adquirir, con lo cual los terratenientes tuvieron aún más tierras y a su vez la clase baja rural se quedó sin poder acceder a las tierras que hasta entonces le habían servido de forma gratuita para que pastara su ganado, usar la madera, leña... La Iglesia arrendaba parte sus tierras a los agricultores que no las tuvieran a precios asequibles.

El liberalismo del siglo XIX acabó con las propiedades comunales para entregárselas a los propietarios ricos forzando a mucha población rural a emigrar a las grandes ciudades.

Es llamativo que dónde los terratenientes compraron más tierras fuese en la franja sur de España, y que después fuese éste el feudo tradicional de la izquierda, porque ésta triunfa más donde hay más jornaleros asalariados y menos propietarios.

Otra consecuencia de la desamortización fue que muchos edificios religiosos de valor artístico fueran abandonados por los nuevos dueños, monasterios, conventos, capillias... porque los nuevos dueños se quedaron con las tierras de estos monasterios y se desentendieron de los edificios, también de su contenido, objetos artísticos, bibliotecas.... si viajamos por España podemos ver innumerables ruinas de estos edificios. También es curioso encontrarse con monasterios de estilo gótico maravillosos en más o menos buen estado propiedad de particulares que lo enseñan porque es suyo, incluso hay quien viven en ellos.

Hace poco ponían en tv un documental sobre el Monasterio de Piedra, un paraje bellísimo. Habían convertido el antiguo monasterio en un hotel, muy reformado la gente se aloja en lo que antes eran las celdas de los monjes. La capilla estaba medio en ruinas y la aprovechaban para celebrar bodas con el buen tiempo. Los empleados del hotel que hacían la presentación hablaban de que en un momento dado el monasterio cambia de dueño pasando a ser de propiedad privada... pero en realidad se había tratado de un robo, al estilo del que le hicieron a Ruiz Mateos en la expropiación de la primera Rumasa. Con una excusa sustraer una propiedad para después vendérsela a un buen precio a los amigos y el estado conseguir ingresos. Casos como éste monasterio sustraído por gobiernos de liberales a las órdenes religiosas hay muchos repartidos por la geografía española.

Cuando se refieren a que existen dos formas de conformar la sociedad; la liberal-capitalista en que toda la propiedad está en manos particulares, y la socialista en la que el estado es el propietario de todo, antes de ellas existía una forma de sociedad en la que co-existían la propiedad privada y la propiedad comunal de entes sociales que no eran del estado, los cuerpos intermedios. Esta se puede considerar parte de la mentalidad cristiana que suavizaba las diferencias sociales limitando la pobreza y la dependencia de los ricos propietarios, una sociedad más equilibrada.

Que en el antiguo régimen hubiera propiedades comunales importantes es una muestra de que no era un régimen totalitario, que la propiedad estaba repartida y que el estado tenía menos peso de lo que pudiera parecer.

El liberalismo forzó a la emigración a las ciudades de muchos campesinos, entrando éstos a formar parte de lo que se llama proletariado, y el caldo de cultivo del socialismo. Porque a su vez la revolución industrial estuvo llena de injusticias hacía los trabajadores por falta de una legislación laboral adecuada. Puede que en el fondo las desamortizaciones del siglo XIX fueran la causa de que la agresividad de la izquierda durante el siglo XX tuviera suficientes seguidores. Además el liberalismo del siglo XIX había sembrado anticlericalismo (y algunos liberales actuales lo siguen haciendo) y de esos polvos...

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